Un Viaje Inesperado.

Capitulo 3-

¿Qué sorpresa? – Pregunté. Nos vendó los ojos.

Solo confíen en mí – Es lo único que respondió.

Me sentía extraña.

¿El conocerá bien Roma?

Cuando nos detuvimos, pregunté:

¿Ya llegamos? – Nos quitó las vendas y las dos gritamos.

Ahh! –

Nos trajo a un centro comercial. Había ropa y más chucherías hasta había una tienda de wafles , dijimos que íbamos a ir después de investigar. Compramos ropa, muchas cosas y adivinen quien llevaba todas las bolsas? Así es…Freddy. Es su culpa, tiene que saber cómo son las chicas.

Cómo habíamos dicho antes, fuimos a la tienda de wafles. Estaban deliciosos. Luego Freddy dijo que iba a pedir un taxi, se fue con todas las bolsas y dijo que los esperáramos.

Nos quedamos en una esquina y luego se acercó una señora con un perrito, lo acariciamos pero cuando miramos hacia arriba la señora ya no estaba.

¿Qué hacemos con el perrito? – Dijimos las dos al mismo tiempo. Fui a buscar a la dueña con el perrito mientras Mitchell fue a buscar a Freddy.

Por qué no se quedan con el perrito Emma. No seas mala. No ves que es el destino.

¡Cállate maldita conciencia!

Sonó mi celular.

Era Freddy que ya había conseguido un taxi. Fui donde él estaba y subimos, sí, con el perrito. Freddy en el camino nos dijo que no sabía si dejaban tener mascotas.

Me preocupe. ¿Por que qué íbamos a hacer si no?

Todo es culpa de la señora.

En eso tienes razón.

Cuando llegamos la recepcionista nos miró.

No se permiten mascotas – Dijo.

¡NO! – Gritamos Mitchell y yo. Freddy estaba pensando algo y dijo que hagamos folletos con la foto del perrito.

La recepcionista dijo que podía quedarse hasta que alguien se lo lleve.

Gracias – le dijimos los tres.

Freddy le saco una foto e hizo folletos que decían:

¿Dónde está mi dueña?

Llama al número: 05477 – 378916.