THE EDGE ━ peter parker

02. ━ Unknown pain.

[ ii ] : Dolor desconocido.

🔥 ✧･ﾟ Chloe Marleigh's pov

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Mis ojos aún se encuentran cerrados, sin embargo puedo sentir la cegadora luz del día tan claramente como si los tuviera abiertos. Mi primera suposición es que me había olvidado de cerrar las cortinas de mi habitación la noche anterior, o que Eve abrió las persianas automáticamente como una forma de levantarme de mi sueño pesado; a veces se me olvida desactivar esa opción, no es algo extraño de mí.

Mi cuerpo rueda hacía un lado en un intento de consolar sueño por unos minutos más antes de que la alarma de mi celular inevitablemente sonase en cualquier momento, sin embargo en vez de sentir relajación y tranquilidad, me doy cuenta de que algo no anda del todo bien: el momento en el que paso de estar echada boca arriba a apoyada en mi costado derecho, siento frío en toda la zona de mi espalda; una onda de escalofríos recorre mi cuerpo consecuentemente que me obliga a acurrucarme más en mi posición fetal. Llevo mi mano a mi frente, intentando liberarla de los cabellos desordenados que me incomodan, y en cambio siento sudor recorrer mi piel.

Un malestar empieza a hacerme efecto mientras más me reincorporo de mi sueño, lo que me hace desconcertar aún más.

¿Pero qué...?

Mi garganta suelta un pequeño quejido involuntario que suena débil ante mis oídos, rasposo, y que ocasiona que me vea forzada a toser un par de veces por la resequedad. Intento levantarme por instinto, solo en un intento de acomodarme más, pero noto al instante que mis brazos apenas sí pueden soportar el peso de mi cuerpo; mi abdomen también me ocasiona un dolor grande al momento de sentarme, lo que causa que otro jadeo ligero escape de mis labios. Siento como si cada uno de los músculos de mi cuerpo estuvieran inflamados y débiles, no es algo agradable en lo absoluto.

Toso una, dos, tres veces más... Y unas grandes náuseas aparecen en mi paladar repentinamente.

Sin pensarlo dos veces, me levanto rápidamente de mi cama y como puedo me dirijo hacia el baño. Por suerte mía, no tengo que moverme tanto; la puerta que da entrada a esta misma habitación se encuentra dentro de mi propio cuarto, pero aquellos cuantos pasos que doy son lo suficiente para hacerme sentir peor de lo que ya estaba, tal y como si me hubiera dedicado a dar vueltas eternas momentos antes de aquella acción. Al entrar, mi cuerpo se desploma automáticamente al lado del retrete. Me encuentro mareada a causa del repentino movimiento que he hecho y de lo tan rápido que me he levantado de mi cama, haciendo que mi visión se nuble casi en su totalidad, pero mi estómago no me deja pensar más y en cambio me obliga a vomitar.