Attraction | KTH+PJM

quince; final.

Jimin estaba perdiéndolo.

Él sabía de alguna manera que su padre había transferido su regalo, pero Jimin ni siquiera podría empezar a averiguar cómo sucedió, y mucho menos revertirlo.

Era demasiado para él.

Oyó los crueles pensamientos que los miembros de la manada tenían el uno para el otro. Oyó cada pizca de dolor emocional que estaban pasando. Sobre todo él sintió su miedo. Esa sensación era la más fuerte. Rebotó a través del cráneo de Jimin como una especie de pelota de ping-pong demente.

Jimin soltó otro grito, esperando ahogarlos hacia fuera, pero ellos se negaron a marcharse. Jimin sabía que tenía que encontrar una manera de controlar las cosas antes de ser succionado abajo, justo como su padre había sido.

Sintió la mano de Taehyung en su hombro.

Débilmente, casi como si viniera de otra habitación, Jimin podía oír al beta llamándolo. La voz de Taehyung estaba suplicando y llena de desesperación.

¡No! Jimin se negó a dejarse ser golpeado. Él acababa de conseguir a Taehyung en su vida. Se encontraban en un buen lugar y Jimin no estaba a punto de perderlo todo sólo porque de repente tuvo este nuevo regalo empujado sobre él.

Se enfocó en el toque de Taehyung. Jimin se obligó a recordar lo maravilloso que había sido estar juntos en la cama, los fuertes brazos de Taehyung alrededor de él.

Lo especial que era cuando Taehyung sonrió para él, su sonrisa rectangular era reconfortante para Jimin.

El vínculo especial que Jimin había sentido cuando ellos finalmente habían hecho el amor.

Entonces oyó a Taehyung murmurar en su oído;—. Te amo. Vuelve a mí. Sé que puedes hacerlo.

Jimin cerró la puerta de golpe y todas las voces fueron silenciadas. Él sólo se permitió deslizarse a través de una y fue sólo por un momento antes de callar a esa, también.

Lentamente abrió los ojos.

Taehyung estaba en cuclillas junto a él. Los ojos castaños del beta eran suaves con preocupación. Sus ojos estaban húmedos y estaba pálido.

Preocupó a Jimin ver a su compañero de esa manera.

— Estoy bien, —Jimin le aseguró—. Gracias a ti.

— ¿Qué pasó? —Preguntó Taehyung.

— No sé todavía cómo lo hizo, pero mi papá acaba de transferir su habilidad para leer la mente en mí. Por lo tanto, supongo que eso significa que tengo dos regalos omega ahora. Pato afortunado que soy, —Jimin dijo arrastrando las palabras.

— Tenías más de uno, para empezar —el padre de Jimin dijo en tono defensivo.

— Él tiene un punto, tan idiota como él es —dijo Taehyung—. Lo que hiciste en el apartamento no tenía nada que ver con siendo capaz de predecir el futuro con tus pinturas. Pienso que eres más poderoso de lo que podríamos imaginarnos.

— Es por eso que el Edimmu tiene tanto miedo de ti, —dijo el padre de Jimin—. Eres igual que él.

— Jódete —declaró Jimin, indignado—. Yo nunca mataría o torturaría a nadie.

Él solamente quería alejarse de su padre tan rápidamente como sea posible. No sólo se sentía totalmente violado por toda la transferencia de poderes, sino que ahora también estaba siendo comparado con un cambiante, demonio homicida.

Su padre nunca había clasificado para el premio padre-del-año antes, pero había golpeado un nuevo mínimo.

— Deja de ser tan dramático, —se burló su padre—. Todo lo que estoy tratando de decir es que si bien eso tiene la capacidad de succionar las almas de las personas, tú puedes tomar su rabia a distancia y hacerla desaparecer.