Capitulo III

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Su mente regresó a su cuerpo, y reaccionó para poder contestar.
- Y usted debería de hacer lo mismo, sin embargo está aquí afuera conversando conmigo  o ¿me equivoco?

- Tuche, pero en mi caso realmente no me interesa quien va a hacer la reina o quien es el rey, aunque realmente me hubiera encantado que usted fuera quien gobernara - dijo con una mirada intimidante y coqueta acercándose lentamente hacia ella.

Agarró su mano y la llevó hacia su boca para darle un sutil beso en ella, ella solo se quedó hipnotizada por ese delicado movimiento.

- ¿Acaso usted me conoce o porque su comentario? - lo dijo con un tono algo coqueto ansiando la respuesta.

- Realmente no, pero desde que la vi entre la gente me llamó la atención su belleza y como vi que el rey bajo y después usted cree que entre ustedes había algo más personal, pero al parecer me equivoque.

Ella solo guardó silencio sin dejar de poner atención en sus palabras.
Entonces creo que me gane  el saber tu nombre ¿No? - dijo esperando la respuesta.

- Creo que si, me llamo Cassandra.

- Reina Cassandra me encanta como suena.

- Pues eso es todo lo que tendré de reina y creo que al final es lo mejor - dijo bajando la mirada.

- ¿Por qué bajas la mirada? no tienes por qué - tomo su menton y lo subio con delicadeza para poder verla a los ojos.

Cuando Cassandra volvió a ver esos ojos marrones sintió una tranquilidad inexplicable, de cierta manera aunque no se conocían sentía una fuerte atracción y seguridad hacia el.

- Bueno  creo que ahora yo debo saber su nombre- mencionó mientras el bajaba la mano dejándola libre.

- Me llamo Ricardo - habló manteniendo una postura recta y segura en sí mismo - mucho gusto.

Mientras estaban hablando el rey estaba buscando a Cassandra en el salón de baile hasta que se dio cuenta que ella no se encontraba ahí, miró hacia la puerta y vio cómo dos personas se encontraban hablando en el jardín del castillo así que se acercó.

- ¿No cree que es muy noche para estar afuera, más con el viento que hace? - dijo quitándose el saco que traía puesto, empezando a rodearla con él para cubrirla del viento.

- Gracias, pero no debería, además no tengo frío, me gusta este clima, es tranquilo y es perfecto para pensar.
De todas maneras no me gustaría que se enfermara por estar aquí afuera.
En ese momento se abrió la puerta y ambos voltearon, se dieron cuenta que era el rey y estaba buscando a Cassandra.

- ¿Qué estás haciendo aquí afuera y con este hombre? - expreso agarrandola del brazo, rodeando a Ricardo para ponerla de su lado.

- ¿Qué haces? No me toques - replicó ante la acción del rey - deberías estar con Eva presentándola como tu nueva reina ¿No? No veo el porque te afecta el que esté con el.

- Lo único que te debe de importar es que soy tu rey y eres mía aunque no quieras, me lo dejaste muy en claro en tus aposentos, así que ahora quiero que entres y estés conmigo -mencionó con un tono fuerte y serio.

Ricardo solo observaba esperando el momento para romper su rostro para hablarle de esa forma a Cassandra.

- Disculpe, se que usted es el rey pero ¿cree que es de buena educación tratar así a una mujer? - replicó apretando sus puños evitando explotar.

- Soy el rey y en mi reino son mis reglas, así que si no te gusta llamaré a mis guardias para que te escolten a la salida - respondió de una manera petulante.

- No es necesario, no quiero estar en un reino donde el rey es tan egocéntrico.

Ricardo se retiró sin antes mandarle una mirada a Cassandra de apoyo, pasó a un lado de él rozando su brazo con la intención de empujarlo.

Cuando Cassandra y el rey se quedaron solos Cassandra recordó el mal momento que acababa de pasar en el anuncio, solo volteo y le dijo.

- ¿Para eso querías que estuviera presente? ¿Para ver como a Eva le propones ser tu nueva reina? ¿Para eso me trajiste? ¿Para complacerte cuando ella no pueda o cual es tu plan? - lo miro retando con cada palabra.

- ¿Ahora te haces la indignada? Si no mal recuerdo la que dijo que no queria estar aqui fuiste tu, la que dijo que era una prisionera fuiste tu, asi que no me hagas quedar como el malo de la historia.

Antes de contestar se soltó su brazo del agarre del rey lo miró.

- ¿Esperas que me retracte? ahora que no me necesitas ¿Seré libre? al final ya tienes a tu reina que será tu sumisa y yo podré irme.

- Crees que te voy a dejar ir asi de facil, se nota que no te diste ni el tiempo de conocerme - Cassandra lo interrumpió.

- Y no me interesa el conocerte, tu sabes que no queria estar aqui, me trajiste diciendome que sería reina y ahora los planes cambiaron asi que no entiendo tu afición a que me quede.

El rey solo la tomó del brazo nuevamente y la llevó a sus aposentos, se dirigió a la puerta, la abrió y empujo a Cassandra dentro de la habitación, cerró la puerta con llave y le dijo detrás de la puerta.

- Tengo planes muy específicos en mente para ti, así que descansa que mi verdadero ser será revelado mañana.

Eterno (vivir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora