Capítulo V

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Al día siguiente Cassandra despertó gracias a que el ama de llaves le llevó el desayuno y le comento que debería de prepararse ya que iba a salir con el rey a otro reino y tenía que dar  una buena impresión.

- ¿Ya estás lista? - preguntó el rey detrás de la puerta.

-Ya casi solo me falta una cosa - contestó Cassandra al otro lado de la puerta.

Cassandra salió de su habitación y junto con el rey se dirigieron al carruaje, en el camino el rey no menciona palabra alguna, hasta que Cassandra rompió el incomodo silencio.

- ¿Dónde está tu prometida, porque me trajiste a mi? - dijo mirando por la ventanilla del carruaje esperando la respuesta.

Mi prometida está ocupada preparando todo para la boda, asi que decidi traerte para que me sirvas de algo ya que no serás mi esposa - contestó de una manera fría y directa.

El silencio volvió a hacerse presente y siguieron así hasta que llegaron a su destino, el cochero abrió la puerta del carruaje el rey descendió del carruaje y camino hacia la puerta del palacio sin esperar a que bajara Cassandra.

El cochero extendió su mano hacia Cassandra para que bajara del carruaje, Cassandra descendió y caminó hacia la puerta del palacio, su primera impresión fue que el palacio era muy grande y de una forma transmitía imponencia y elegancia.

Caminaba asombrada de tal majestuosidad hasta alcanzar  al rey Alonso, cuando lo alcanzó Alonso volteo a verla y le dijo.

- Quiero que te comportes, aunque no seas la reina tienes que dar una buena impresión, no conozco al rey pero supongo que si tiene que verme tiene que ser una buena alianza, no quiero que lo heches a perder.

Cassandra volteo los ojos cuando escuchó eso, se sintió indignada y muy molesta.

Las puertas se abrieron y lograron ver el gran espacio que estaba iluminado por la luz que atravesaban los ventanales, era un salon enorme con un diseño clásico. Cassandra miraba alrededor asombrada cada vez más, los detalles de la arquitectura le causaban una satisfacción  indescriptible, Alonso la tomó del brazo jalandola un poco diciéndole en voz baja.

- Como si no hubieras estado en un castillo antes, además el mío es mejor en muchos sentidos, así que contrólate o… - no terminó cuando fue interrumpido por Cassandra.

- ¿O si no que? Hasta donde yo entiendo tienes que dar una buena impresión y creo que el hecho de amenazarme no es una buena impresión, no quiero que me toques. - esto último lo dijo jalando su propio brazo para zafarse del agarre de Alonso.

- Mira … - Fue interrumpido nuevamente pero por la voz de un hombre que se encontraba atrás de él.

Buenos días, veo que llegan temprano, que bien, me gusta la puntualidad.
Alonso volteo y quedo sorprendido por la persona que le hablo.

- ¿Usted?- dijo Alonso tratando de procesarlo.

- ¿Qué sucede, se ahogó con su lengua? - contestó esperando respuesta.

Cassandra quedó sorprendida al ver quien era el rey y solo dijo.
- “Rey Ricardo” me gusta como suena - al mismo tiempo que hacía una pequeña reverencia.

Alonso volteo a verla y frunció el ceño un momento y la regaño
- ¿Qué te sucede? Esa no es forma de hablarle a un rey - Ricardo lo interrumpió alzando la voz.

- Ahora esta en mi reino y yo le permito que me hable como ella lo desee, usted no vino a faltarme el respeto y al menos ella me lo mostró, mientras que usted durante el tiempo que lleva aquí ni siquiera me a dado la oportunidad de presentarme como se debe, lo invite a mi palacio para hablar de negocios pero ahora que e visto que no solo es un arrogante en su castillo sino también en el mio, no me interesa saber nada que tenga que ver con usted ni con su reino. - termo de decir mientras se alejaba y alzaba la mano para hablarle a los guardias y lo escoltaron a la salida.

- ¡No! disculpe, no tenía idea que era usted y generalmente no me comporto así.

- ¿No se comporta así? Si no mal recuerdo la primera vez que nos conocimos fue desagradable.
¿Disculpe? en mi defensa no lo conocía.

- Sin embargo me conoce ahora y eso no cambia lo que pienso de usted.
Creo que podemos llegar a un acuerdo, iniciar desde cero.
Usted tiene sus reglas en su reino, pues yo tengo mis reglas y lo que quiero es que te vayas.

Justo cuando Alonso iba a contestar se escuchó la voz de una mujer que se acercaba a Ricardo, Cassandra la observó de arriba para abajo, le causaba un desagrado instantáneo.

- Mi amor, pensé que tu junta de negocios seria en el ala oeste ¿Que haces?

Cassandra al escuchar eso lo único que quería es voltear la cara a Ricardo, se sentía horrible y quería huir.

Por un momento Alonso sintió alegría de que Cassandra la pasara mal, volvió a su seriedad sin perder de vista a Ricardo.

- Samantha ¿No estabas ocupada? - le dijo intentando no ver la cara de desepcion de Cassandra.

- Bueno, ibas a hablar de negocios sobre nuestro reino, creí que era prudente el estar contigo,  pero creo que no vamos a tener ningún convenio por lo que escuche.

- No me interesa tener ningún trato con él, así que le pediré que se retire.

Unas horas después, llegaron al palacio y Alonso estaba furioso, no quería hablar a menos que fuera para dar órdenes que era al parecer la única forma de calmarlo.

Cassandra estaba triste, sabía que él no le mencionó su situación, pero ella tampoco preguntó, no sabía qué es lo que estaba pasando y ¿por qué esa actitud? No entendía.

Eterno (vivir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora