El Yao y la maldición

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Yo: Al fin e podido escribir este fic que ya tenía en la cabeza, bueno si han leído los posibles proyectos que escribí en el fic: En donde Pertenecemos, sabran que este es uno de los muchos que tengo en la cabeza, espero continuar con todos mis trabajos, pero e estado algo alicaída pues me toca llorar otra vez desde lejos la perdida de un ser muy querido para mí, recordar que este virus no solo mata directamente a las personas sino que por la circunstancias también lo hace a otras personas que o no pueden acercarse al médico por miedo o que no pueden soportar estar encerrados, recordar siempre decir Hola y Adiós a sus seres queridos, pues no sabes si el día de mañana los volverán a ver

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Pocas veces en su vida Xiao Xingchen había sentido tanto temor cómo en este momento

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Habían llegado a un poblado escondido entre bosques y montañas, prácticamente escondido a ojos de los no residentes, al llegar a la entrada parecía más bien un pueblo fantasma, pocos salían de sus casas o miraban detrás de las puertas o las ventanas con curiosidad y resquemor a los dos cultivadores errantes vestidos de blanco y negro.

Ambos cultivadores sintieron que algo andaba mal, no solo por la renuencia de los pobladores de acercarseles, sino también por la energía extraña que podían sentir a su alrededor, si bien parecía que los aldeanos no les pedirían ayuda, talves por ya haberla pedido a alguna secta y haber sido rechazados o porque no se fiaban de los desconocidos

Song Lan prefirió seguir caminando sin emitir juicio alguno dejando a que Xiao Xingchen fuera el que averiguara qué pasaba, después de todo el cultivador de blanco tenía esa facilidad de acercarse a las personas y ganarse su confianza con solo una sonrisa afable

Así se detuvieron en una pequeña posada ubicada a las afueras del poblado, se sentaron mientras esperaban la comida que habían pedido he intentaban ver quién se animaba a hablarles, no tardaron mucho en encontrar a un hombre bastante borracho que hablaba en voz alta a pesar de las miradas acusadoras que le daban el resto de comensales

- En serio si esto sigue así no podré pasar el invierno, tenemos que hacer algo con esa cosa - hablo sin tapujos después de tomarse un vaso de alcohol

- Deja de decir bobadas, no ves que hay extraños - interaron callar algunos pero lo único que causaron fue que el hombre que se dedicaba en beber sus penas se fijase en el par de cultivadores que intentaban disimular que no estaban interesados en la discusión

- Pero si son dos Daozhangs! - Exclamó extasiado y parándose cómo bien pudo se acercó con una jarra de licor a unos Song Lan y Xiao Xingchen que miraban alarmados cómo se sentaba a la derecha del cultivador vestido de negro y al que no le gustaba el tacto de otros a su persona, para ser más específicos no le gustaba el toque de personas que estuviesen sucias y este hombre borracho parecía haber salido de una zanja y no haberse bañado en días

- Deja de molestar a mis clientes - acercándose una mujer mayor regañó con una cuchara de madera al borracho que estuvo apunto de pasar el brazo por la espalda de Song Lan que intentó controlarse de actuar de forma brusca, ahora no necesitaban causar problemas sino buscar información - disculpen a este idiota señores cultivadores, no hemos tenido buena suerte últimamente

- No, no es mala suerte - se quejó el borracho negándose a levantarse del lado del pobre Song Lan, Xiao Xingchen no sabía cómo actuar para evitar su incomodidad - es esa cosa del bosque

- No hay nada en el bosque más que lobos, el licor se te debe haber subido a la cabeza - regaño de nuevo

- No podemos estar así siempre, no se puede cazar nada sin que eso nos persiga y aquí de repente pasan estos honorables cultivadores, porqué desperdiciar la oportunidad? - Hablo otro comensal

Luna de PlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora