09

1K 71 21
                                    

Sentí nervios al verlo ahí parado. Observando detenidamente hacia mi.

Agarré aire y al soltarlo tomé la puerta para después abrirla y pararme viendo hacia la dirección en la que él estaba.

El aire comenzó a correr un poco y esto hizo que nuestros cabellos se movieran.

Cabe aclarar que él estaba a unos 12 metros alejado de mi. Metido entre algunos carros que eran de los demás estudiantes.

—Jean.–Grité mientras acomodaba mi cabello detrás de una de mis orejas.

Este simplemente metió las manos en su pantalón y comenzó a alejarse poco a poco de mi.

El clima estaba un poco extraño. Corría mucho aire y esto hacía que me fuera difícil ver porque mi cabello chocaba con mi cara.

Simplemente ignoré esto y corrí hasta donde él estaba viendo como me ignoraba una vez más.

—Hey. Espera.–Tomé su hombro haciendo que me viera.

—¿Qué te sucedió en el labio?.–Abrió los ojos.

Por inercia toqué mi rostro.—Ah...

—¿Te acabas de pelear?.–Tomó mi mano derecha y la miró unos segundos.–Grecia...

—Sí, lo hice, pero eso no importa ahora.

—¿No importa?. No eres así.

—Jean... No tienes idea...

—No tengo idea porque no me has dicho nada acerca de quien eres, como eres y por qué tratas de ayudarme.

Arrugué mis cejas al no entender. Esto me sonaba a cuando mi mamá quería saber la verdad aunque ya la supiera.

—¿Qué?... A ver. Lo único que quiero decirte es que mi mamá ya sabe todo. Sabe que Fredy te prohibió hablarme y juro que no tiene derecho a decidir sobre mi... Así que no debes alejarte solo porque mi hermano celoso quiera.

Lo vi reír un poco, pero no como burla.—No me alejé por miedo a Fredy. Simplemente, no quiero que ayudes a alguien que no tiene forma de ser ayudado.

—Puedo hacerlo y quiero hacerlo.

—¿Por qué crees que puedes?. ¿Has cambiado a alguien a caso?.

—Me cambié a mi. Cambié mi manera de ser por alguien que amaba.–Sentí un poco vacío el pecho al recordar a Jacobo.

—¿Y crees que te amo y que por eso voy a cambiar?. Grecia esto no es un cuento de adas.

—No estoy diciendo que me ames o que vayas a hacerlo.–En este punto yo estaba enojada.

—Solo corres peligro estando conmigo. Tienes que entenderlo.

—Y lo entiendo, no me importa. Estos golpes fueron porque saliste a la platica.–Le corté la palabra.–Amairany y Charlot te conocen, ¿Cierto?. Ellas dijeron que habías dicho que eramos novios.

—Lo dije porque David me advirtió que me harían preguntas acerca de si era novio de él. Obviamente respondí el primer nombre que se vino a mi mente para inventar que eras mi novia, no sabía que ellas sabrían quien eres.

—¿Y fui a quien pensaste primero?.

—Pero no significa nada.–Sacó las manos de sus bolsillos.–Solo ve a donde tengas que ir y cuida esos golpes.

—Eres un cobarde.–Dije cuando me dio la espalda.

—Lo que digas.

—Un cobarde que no admite lo que siente. Una persona que solamente va por el mundo creyendo que lo que hace está bien.

Educando a JeanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora