Bangtan Sonyeondan es el grupo K-Pop del momento, famosos, exitosos y en el momento cúspide de su carrera. Pensarían que no hay nada que pueda darle problema a estos siete talentosos muchachos, ¿O sí? Todo comenzará luego de haber asistido a un prog...
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Para cuando J-Hope se alejó después de lo que había pasado con Becky, el tiempo parecía no transcurrir de la manera rápida que necesitaba, por lo que un poco frustrado se acercó hacia los dos únicos miembros que habían quedado; JungKook y TaeHyung conversaban con un poco de preocupación por los demás.
A pocos metros la mirada del castaño se dirigió al menor, quién suspiró haciendo su cabeza hacia atrás dejando que se notara su cansancio —Este evento ha sido un desastre —pronunció al sentir la mano de Tae.
—No pienso que haya sido tan malo —poniendo su cabeza en su regazo le sonrió. —ganaste un premio, ganamos premios —agregó al ver su rostro que mostraba un, "¿En serio?"
—Sí, estoy feliz con eso, pero las cosas entre el grupo no están saliendo bien —continuó tocando las mejillas de Tae.
La conversación se daba muy casual como si la pareja se encontrara en un parque o en cualquier otro lugar menos en un evento importante y sin siquiera prestarle atención a los demás, pero la mirada de impotencia que transmitía logró hacer que Yugyeom se levantara de su asiento y fuera hasta ellos in pensar en nada más que sus propios impulsos.
—¿Otra vez? —preguntó Mark Tuan tomando con fuerza el brazo del joven.
—¿Quieres que me quede aquí como un idiota? —preguntó molesto —No voy a dejar que me gane por unos golpes —aseguró soltándose de las manos de su amigo.
—¡Yugyeom! —gritó alzando la voz —¿No te das cuenta que él ya tomó una decisión? No lo va a cambiar cuantas veces vayas a enfrentarlo —insistió pidiendo con la mirada que dejara de hacer estupideces, pero claramente Yugyeom no estaba dispuesto a escuchar.
—No sé porque te metes, esto no es de tu incumbencia — dijo despreciando con la mirada al joven.
—Lo único que te haces es daño, seguirán golpeándote y yo no estaré allí para verlo...
—No necesito que veas nada Mark...
El pelinegro observaba a su amigo alejarse con tristeza, no encontraba la manera de que viera sus sentimientos, entendía como se sentía Yugyeom, después de todo él también era rechazado constantemente, pero aún así se quedaba a su lado, entonces probablemente él también pelearía por la persona que movía su pecho de manera irremediable.
El peliazul mantenía su la cabeza en el regazo del joven haciendo que de cierta manera se distrajera de todo los pensamientos que lo preocupaban.
—Entonces, ¿Qué dices? —preguntó Tae con una media sonrisa.
—Te estás pasando, ni siquiera llevamos tanto tiempo como para hacer esas cosas —rió avergonzado.
—¿No? —preguntó incorporándose en su asiento —Podría ser después de la cita que te prometí —sonrió mirando más de cerca al pelinegro.
