Hug me tight // Minchan skz

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Un nuevo día comenzaba, la tenue luz del sol entraba por un espacio que dejaban las cortinas. Eso fue suficiente como para despertar al rubio, el cual sin abrir los ojos bufo molestó, abrió sus ojos lentamente y se levantó.

Odio por cinco segundos al sol por despertarlo, ya más despierto se levantó y fue hacia el baño para hacer sus necesidades. Minutos más tardes se encontraba vestido, iba a salir a desayunar cuando un suave tarareo le llamó la atención.

En silencio se acercó a su ventana, abrió aquellas cortinas para encontrarse con la casa del frente, su ventana daba a la habitación de Minho.

─ ¡Tan tierno, bebé! ─alzo la voz para que Lee lo escuchará.

Rápidamente la cara de sorpresa y el sonrojo llegaron al menor, por la distancia no logró verlo bien pero sabia que estaba avergonzado.

─ ¿No sabes lo que es privacidad verdad? ─devolvió el gritó desde su ventana.

Chris le volvió a sonreír, le encantaba ver cada mañana a su menor. Aún que fuera a molestarlo.

─ ¡Buenos días! ─levanto su mano y la agitó.

─ Buenos días Chris.

Chris...

Que bien sonaba su nombre en sus labios, lo decía tan suave que podía jurar que cada vez que lo nombraba su cuerpo sentía una corriente eléctrica en su espalda.

Despertó de su sueño dándose cuenta que Minho ya no estaba por lo que salió de su cuarto para ir a desayunar. Nuevamente le tocaba llegar temprano al trabajo.

─ Tal vez te haga una perimetral ─escucho la queja de su vecino cuando lo abrazo.

Ambos estaban frente a la casa de Minho, el rubio lo abrazo como suele hacer siempre y el otro, bueno se limitaba a suspirar de frustración.

─ Eso no me detiene y lo sabes ─sonrío.

─ Se acabó ─palmeo su brazo indicando que lo suelte─. Llegaras tarde y yo igual.

─ Cierto ─soltó el cuerpo ajeno pero no se separo.

Chris acaricio el cabello de su vecino con cariño, soltó una risita cuando lo miro con mala cara.

─ ¿Hoy sales temprano? ─el menor asintió─. Genial, quiero que pases por mi trabajo.

─ ¿Para qué? ─preguntó confundido.

─ Tengo un regalo para ti, solo pasa ¿si? Serán unos minutos ─volvió a reír para alejarse como siempre y seguir su camino.

Apuró el paso así no podría darle la oportunidad a Minho de que lo rechacé. Pronto subió al auto y fue hacia el trabajo.

─ ¡Mis cachorros! ─casi gritó al ver a los pequeños perritos.

Se acercó para mimarlos un momento, les dio comida y agua, luego se acercó a los gatitos. Mimo la cabeza de cada uno, hasta despertar a un gatito en especial.

─ Hola Doongie ─sonrío─. Es posible que hoy tengas un nuevo hogar y dueño.

El pequeño gatito solo se dejó mimar para luego seguir durmiendo. Chris por otro lado dejó de molestarlo y volvió a su trabajo, mientras contaba cada segundo esperando a su menor.

Minho se paró en frente de la tienda, considero unos segundos si entrar o no, podía irse ahora mismo pero el brillo en los ojos del rubio en la mañana le indicaron que en verdad quería su presencia en aquel lugar.

Dejó salir un suspiro de sus labios, empujó la puerta de vidrio así entrando a la tienda, curioso miro los juguetes para animales, había collares, comida de perro, de gatos. De todo para los animales, notó que tras del mostrador no había nadie.

─ ¿Hola? ─llamó pero solo hubo silencio.

Miro a los lados antes de pasar el mostrador e ir hacia la puerta la cual era la del fondo donde cuidaban a los animales rescatados. Poco a poco cruzó por el pasillo y las risas se escucharon cerca.

Reconoció la de su vecino y su mejor amigo, terminó de cruzar y con cuidado cruzo al otro lado.

─ ¡Minho! ─gritó aquel pelinegro─. Chris me dijo que vendría, aún que es una sorpresa ver que accediste.

─ Hola para ti también Changbin ─no se molesto en sonreír─. ¿Bang?

─ Oh, cierto ─apuntó hacia donde estaban las camitas para gatos.

Minho agradeció su ayuda y siguió su camino hasta donde le indicaron. Pronto su curiosidad creció más, lentamente se acercó escuchando como el rubio hablaba con los gatitos.

─ Wow~ estos animales viven excelente.

Comento haciendo sobresaltar al rubio, eso lo hizo sonreír.

─ Viniste ─se acercó al menor─. Ah, ¿te gustan sus casitas?

─ Crei que serían jaulas pero supongo que muchos colaboraron con ustedes.

─ A nadie le gusta ver a los animales sufrir, tenemos buen presupuesto ─sonrío.

─ Bien...─rasco su nuca─. Dijiste que tenías que darme algo.

Chris rápidamente reaccionó y tomo la mano de Minmin, lo llevó cerca de las casitas para gatos, se detuvieron frente a un gatito el cual dormía.

─ Te presento a Doongie ─abrió la casita para sacar al gato con cuidado.

Minho acerco su mano para mimar la cabeza del minino, el cual ronroneo por su toque.

─ Es hermoso ─sonrío─. ¿De quién es?

─ Tuyo.

─ ¿Que?...

Por si querían saber cómo es el refugio para animales.