Beep, beep, beep
Los aromas son completamente extraños, sanitarios. Se escucha un pitido frenético y errático. Hay voces, varias; susurros, hay preocupación. Pasos, urgentes y débiles. Se mueven.
Renjun siente su boca rasposa y amarga, deduce que ha dormido bastante ya que sus párpados pesan.Beep, beep...
Su latido del corazón es lento, pero al tratar de abrir los ojos y querer mover una brazo, el pitido se acelera.
Beep beep beep beep beep ...
El pitido alertó a alguien, porque pronto siente a alguien colocar una mano en su frente. Es cálida y suave. Es mamá.
- Renjun- dice bajo. - Estamos aquí contigo, no te preocupes. - Sus palabras son calmadas y le hacen relajarse. Su cuerpo se siente pesado y su estómago vacío. Siente a su madre colocar las manos en sus hombros. Su cerebro es demasiado lento para su gusto.
¿Qué pasó?
- ¿Dónde...- su garganta arde, la voz suena forzada. - ¿Dónde estoy?¿Dónde está Jaemin?-
- ¿Qué? - pregunta, y entonces, siente otras presencias en la habitación. Abre sus ojos lentamente, su papá y Hyunjin le están mirando, hay preocupación en sus rostros.
- Nada - dice y examina la habitación. Colores blancos y grises abundan en ella, el olor a esterilizante es intenso y nota que su brazo tiene una intravenosa, el dolor de garganta no se va. Recuerda lo que pasó. Lo que hace aquí. Está en un hospital. Cierra sus ojos y suspira pesadamente.
- ¿Quién es Jaemin?- pregunta Hyunjin, su voz más alta de lo normal.
- Entonces solo fue eso. - susurra con melancolía - Fue solo un sueño. -
Su padre pasa una mano por su cabello con suavidad- Hijo, estamos preocupados por ti-
- Traté de suicidarme- suelta de golpe, mira a los presentes, sus padres tienen la mirada baja pero Hyunjin no, el solo asiente. - No funcionó -
Ante aquellas palabras, su madre comienza a llorar y su padre le da un ligero apretón en el hombro. Renjun sabe que está lastimando a sus padres, pero con ello se da cuenta de que las cosas estaban peor de lo que pensaba, no ha visto a sus padres en más de un año y medio.
- Estaba muy preocupado. - Era Hyunjin ahora, una de sus manos descansando en el hombro de su madre. - No tienes idea de lo asustado que estaba, encontrarte así... - se detiene y baja la mirada.
- ¿Cuánto...hace cuánto que estoy inconsciente? - pedazos de recuerdos vienen a su mente; la repostería, Haechan, su casa, Jaemin. Todo es muy doloroso, dándose cuenta de que todo aquello fue producto de su imaginación.
- Tres días. - responde su madre, envolviendo su mano con las de ella. - Vinimos tan pronto como nos enteramos. -
Renjun cierra sus ojos y deja escapar un suspiro. No quiere tratar con todo de nuevo. No quiere estar aquí. El peso está de regreso, llenado su cabeza con tanto que le es imposible sentirse aliviado. Ha escuchado historias, historias de personas que han muerto y regresado a la vida, que han visto el cielo y otras cosas.
Probablemente el sueño fuera eso, su cielo.
- Quiero ir a casa. - suelta el castaño, un sollozo escapando de sus labios.
Sus padres se alejan y se ven el uno al otro, posteriormente a Hyunjin. Él asiente y se acerca después.
- Renjun, podemos hablar de esto una vez te mejores.- dice el azabache, tomando la mano del menor pero éste se aleja.