Clown | Minsung ⇢ Traducción

7ma noche

"¿Sungie?"

El mayor lo sacudió para despertarlo. Frotándose los ojos, se sentó lentamente.

"¿Es momento?" preguntó con voz somnolienta. Todavía estaba oscuro en la habitación; Minho estaba sentado a su lado.

"Sí, deberíamos irnos pronto", respondió y antes de que se levantaran para irse, tomó la cara del más pequeño y lo hizo quedarse quieto.

Jisung pareció sorprendido. Sus ojos se abrieron un poco, un ligero rubor arrastrándose en sus mejillas mientras miraba hacia atrás en las ropas de color marrón oscuro que pertenecían a Minho.

"Sé que estás confundido y no estás seguro de todo esto... Pero estaremos bien. Lo prometo," el hombre de cabello negro habló en voz baja, como si estuviera hablando con un niño.

"Confío en ti." Jisung sonrió débilmente. Eso es todo lo que pudo hacer.

Luego finalmente comenzaron su corto viaje al puerto.

Estaban tan silenciosos como ratones cuando saltaban por la ventana de la habitación de Minho, caminando agachados y siendo cautelosos con cada uno de sus pasos.

Vieron que el sol comenzaba a brillar lentamente a través de las montañas a lo lejos, coloreando el cielo de naranja y rosa.

Jisung estaba atónito, sus ojos brillaban de emoción, los colores se reflejaban en ellos como en un espejo.

"El capitán es un amigo mío", Minho habló de repente mientras se salían del camino principal.

"Se aseguró de que nadie más quisiera ser transportado al mismo tiempo que nosotros".

Apretó la mano de Jisung que había estado sosteniendo por su vida todo este tiempo, desbordando el miedo de perder de alguna manera al menor.

"¿Cómo sabías que yo-yo sería ca... capaz de huir contigo?" Preguntó Jisung vacilante.

"Yo no lo sabía".

Llegaron a un prado no tan grande lleno de diferentes tipos y tonalidades de flores silvestres, podían escuchar grillos y abejas ya polinizando desde temprano en la mañana.

También había dos pastores que dejaban salir su rebaño de ovejas. Un perro blanco y negro también los estaba ayudando. Jisung se veía tan hipnotizado con todo esto, acariciando al perro e intercambiando cálidas sonrisas con los niños.

"Vamos, Sungie," Minho tiró del distraído moreno. Les hizo un gesto de despedida y se dejó llevar de nuevo. Después de solo unos segundos después de dejar el prado, finalmente pudieron ver la parte superior del bote a través de los árboles.

Luego, escucharon fuertes gritos y ladridos de perros, antes de que se volviera a silenciar.

"¿Q-qué fue eso?" Preguntó Jisung.

"Yo no-"

Minho fue cortado por una roca que hizo un impacto con su cabeza. El más joven gritó, antes de mirar la dirección desde la que voló.

El hombre al que pensó que nunca volvería a ver estaba allí. Estaba jadeando pesadamente, vestido con la misma ropa que ayer, el barro cubría su rostro. Estaba empapado en sangre, una seca y una nueva goteaba de él sobre la hierba cubierta de rocío.

Sostenía un perro muerto en una de sus manos. Un perro que acaban de ver, el que Jisung tocó hace apenas unos minutos.

El chico se descongeló, agarrando la mano de Minho; ambos comenzaron a correr hacia el barco. La cabeza de Minho estaba sangrando, pero no pareció notarlo ni importarle en absoluto.

Su padre los seguía, podía oír los fuertes gruñidos y los pasos húmedos a solo unos metros de distancia.

"¡Chan!" Minho gritó. ¡Desata el barco ahora! ¡Tenemos compañía! "

Finalmente pudieron ver un pequeño muelle de madera, en el que estaba amarrado un bote de tamaño mediano. Un chico estaba sentado en la orilla remojando sus pies en el mar frío.

Cuando los escuchó y entendió la situación, saltó sobre sus pies y desató el bote de inmediato, empujándolo un poco más lejos del muelle.

Los dos chicos corrieron más rápido que nunca, estaban a solo unos segundos de distancia, cuando el hombre finalmente agarró el hombro de Minho. Tiró de él hacia atrás, haciéndolo caer y Jisung con él.

Clavó a Minho en el suelo y le tapó la garganta con ambas manos.

"Entonces, ¿fuiste tú quien lo ayudó a escapar?" se rió histéricamente, mientras una gota de sudor caía sobre el rostro de Minho.

Comenzó a presionar su garganta. La cara del chico se puso roja e inmediatamente comenzó a ahogarse. "Voy a matarte a ti y luego a él de una manera que van a estar agonizando durante horas".

"¡No!" escucharon un grito, el hombre miró hacia arriba y vio a Jisung solo por una fracción de segundo antes de que la piedra que sostenía el moreno hiciera un impacto en su rostro.

Jisung lo apartó de Minho y lo golpeó de nuevo. Se volvió loco, su mano se movió por reflejo y no quería detenerse. Lo golpeó tantas veces que la cara del hombre ya no parecía una cara. La sangre cubría las manos y la cara del pequeño, pero aún así no se detuvo.

Lloró y lloró, vertiendo todos sus sentimientos en cada movimiento de su brazo. Por su madre, por Jimin, por Minho y por cada miembro del circo que alguna vez ha lastimado de alguna manera.

"¡Jisung!" Minho gritó. Su voz era un poco ronca. Estaba tosiendo; moretones en forma de dedos se estaban creando en su garganta, un pequeño chorro de sangre caía por su sien.

Fue entonces cuando Jisung finalmente se detuvo.