Después de la aventura de Rudolph y Tony, las cosas fueron cambiando de mal a bien, primero: pasaría todo el verano allí, junto a su amigo Rudolph, Tony. Segundo: haría más amigos. Tercero : todos conocerian a la nueva chica que se incorporaría en e...
???. Desde que Maney se fue, nunca he podido hacer nada con esos vampiros.
???. Padre. *va hacia él* haz el nudo de la corvata.
???. Ah, sí. *le hace el nudo* listo.
???. Ok... Creo que hay alguno cerca. Espera- *ve las cámaras* ¡Oh dios es una niña! *c va corriendo*.
En la actualidad.
Arwen. Gracias...
???. Tranquila. *sonrojado* no es nada.
Arwen. A bueno... Y. ¿Cómo te llamas?
???. Jack. ¿Y tú?
Arwen. Arwen. Y tengo 13 años.
???. Yo 16.
Arwen. A... *mira hacia el reloj de pulsera* Ostras, me temo que me tengo que ir a comer.
Jack. Espera *la para*
Arwen. ¿Que?
Jack. *asujetandola de la muñeca y nervioso* Quiero conocerte más y... ¿Podrías venir a mi casa?
Arwen. Mm... No puedo tengo trabajo.
Jack. Pero sí tienes 13 años.
Arwen. Bueno, podré tener todos los años que tu quieras, pero tengo que trabajar.
Jack. O-ok... Adiós
Arwen. Adiós! *sale corriendo *
Jack, el joven de 16, veía como su amor no correspondido se alejaba más y más hacia el hostal de sus tíos.
Al llegar, le recibió Escipion con alegría.
Escipion. Hey Arwen! *la abraza*
Arwen. Hola Amiko! *corresponde el abrazo*
Escipion. ¿Has disfrutado del paseo?
Arwen. Si. De hecho casi soy atacada por Clastorn, pero otro chico me ha salvado.
Escipion. *un poco dolido* Ah...
Escipion, amaba a Arwen y ahora ese chico, estaría destinado para ella, en vez de para él. La dejó entrar y ella, se dirigió a su habitación. Arwen, sólo le parecía un amigo y nada más. Y dejando esto a un lado, dentro de 3 semanas, se prepararía una fiesta en honor a los vampiros.
Arwen, por supuesto tenía ya su vestimenta para el baile y con quien iría. Era un baile de luna roja, en esa noche los vampiros y, en este caso mortales, bailarian en una plaza donde sólo iluminaba la luna que estaba teñida de roja.
Los participantes, en parejas y con máscaras o antifaces, tenían que bailar y el techo se abriría y la luna sólo iluminará a aquellos que estaban destinados a encontrarse, pero ellos, mientras que la luna les iluminara, bailaban solos.
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