Capítulo 8- Arrestada.

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Al día siguiente me levanté y me puse un vestido negro un más debajo de la rodilla, con mangas hasta los codos. Bajé hacía el comedor y vi a toda mi familia de negro. Todos estaban esperándome, incluso Amanda. Bajé las escaleras lento, cuando por fin llegué al comedor me puse al lado de mi madre, y ella me abrazó comprensivamente.

- Vayamos, el ve-velorio empieza en media hora. —Dijo mi padre, tartumudeando frente a mi.

Un velorio no es para la persona muerta, un velorio es para los amigos y familiares que se sienten mal al respecto y piensan que velándola se va ir el dolor..., pero dejen me decirles que el dolor por más que intentes siempre vas a sentirlo.

Sin embargo, cuando llegamos todos estaban muy atentos, viendo en el altar, donde esta...un ataúd. Me acerqué lentamente hacía el, para poder verla por última vez. Tenía que hacerlo, tenía que lograr ir hasta allí. Cuando por fin llegué al altar de la iglesia y estaba al lado del ataúd de Katherine, pude ver su cara, dios, parecía profundamente dormida...

– En realidad lo está. – Me recordaba mi subconsciente.

Me acerqué más al ataúd y le susurré algo que no tenía pensado decir.

– Haré justicia por ti. — Se me derramó una lágrima.

Tan pronto le dije eso, me senté en la primera fila, al lado de Valeria, quién me tomó de la mano al sentarme.

El velorio empezó al contar de los segundos y vino un Sacerdote y empezó a dar un discurso.

- Hoy estamos reunidos aquí — La gente empezó a llorar, y a sonarse la nariz mientras el seguía. — para despedirnos de esta maravillosa persona, amiga, hija y compañera de nuestras vidas, en la casa de nuestro Amado Dios.

Al terminar, unos cuatro hombres, quiénes eran sus familiares, empezaron a agarrar partes del ataúd y sacarlo para afuera, donde los estaba esperando un auto negro y largo. Supuse que eran los que iban a llevarla...al cementerio.

Mientras íbamos al auto de mis padres, me crucé con Nicole. Estaba con un vestido muy parecido al mío.

- ¡Nicole! — Le dije a menos de un metro de ella. — ¿Vienes?

- ¡Oh, hola Em! — ¿Por qué le sorprendió tanto verme...aquí? — Sí, claro, pero iré con mi madre.

- Ok, pues, nos veremos allá. — Le di un gesto con la mano, despidiendome.

Empecé a caminar hacía el auto, donde ya estaban todos, esperándome.

- Em, ¿como estás? — Dijo mi hermano.

- Esperando a que acabé esto, no puedo creer que haya...mu-muerto.— Dije mirando a mis zapatillas. — Mierda, se me hace tan difícil.

- Te comprendo... — Me dio un abrazo y se acomodó en su asiento.

- Nadie puede comprenderme, solo Valeria entiende el gran dolor que siento aquí... — Dije señalando a mi corazón.

El resto del trayecto al cementerio fue muy callado, además de triste, muy triste. Al llegar, trague el nudo en mi garganta y salí del auto.

Allí estaba, Cody estaba frotando el hombro a Valeria, quién no dejaba de llorar en su pecho.

Cody miro hacía donde estaba yo y me dio una sonrisa triste, ambos estábamos con nuestra peor cara, no podíamos soportar tanto dolor. Fui corriendo lo más rápido que me dejaba ir el vestido hacía donde estaban ellos. Cody me dio un abrazo y me susurro al oído.

- ¿Has visto a Steven? — Dijo con apenas un hilo de voz, negué con la cabeza.

Valeria nos dejó solos en cuento llego Xavier Delf, el padre de Katherine y Nicole. Hacía años que no lo veía, ellos se separaron a causa que él la engaño con Susy, su actual esposa. ¿Como sabía todo aquello?, Katherine.

Cody me agarró de la mano y nos dirigimos a donde han enterrado el ataúd. Un cuadro de cemento, el cual decía: Marie Katherine Delf Cloud, siempre en nuestros corazones. 1996 - 2014., estaba en frente de donde la habían enterrado.

Fue tan difícil leerlo como escucharle decir eso a alguien.

Cuando nos íbamos del cementerio me acordé de que tenía que ver a Nicole después del velorio. Le avisé a mis padres que después iría a casa.

- ¿Estarás bien? — Pregunto mi padre.

- Si papá, Nicole me llevará a casa luego. — El fruncio el ceño. — Nicole, la hermana gemela de Kathy, papá.

- Ah, bueno. Nos vemos en casa.

Me dirigí hacía donde estaba Cody hablando con Nicole y ella nos guió a unos bancos cerca de aquí. Cuando llegamos todos nos sentamos en el.

- ¿De que querías hablar? — Le pregunté, pero entonces sucedió. La policía vino hacía donde estábamos sentados y me ordenaron a pararme.

- Emily White, usted esta arrestada por el asesinato de Katherine Delf. Tiene derecho a guardar silencio, sino todo lo que diga se usará en su contra. — Dijo el comisario Wilden.

–¿Qué mierda está pasando?– pensé.

- ¡Es injusto, ella no tuvo nada que ver! — Saltó Cody a defenderme.

- Hemos encontrado sangre tuya en ropa de Katherine, la misma que usó cuando desapareció.

- ¡¿Qué?! — Mi corazón empezó a latir muy fuerte, estaba martillando mi pecho, literalmente. — ¡Cody, llama a mis padres y diles lo que ocurre! — Dije mientras me metían en la patrulla de la policía.

- Cuidado con la cabeza. — Me dijo Wilden.

Agache mi cabeza y me metí en el auto totalmente. ¿Que estaba pasando? ¿Como había llegado mi sangre a la ropa de Katherine? Nunca pensé que mi vida acabaría así. De repente pensé: Había pensado que algún día me arrestarían por conducir alcohólica o consumir hierba, pero nunca por un asesinato. No había hecho ninguna de las tres cosas en mi corta vida, nunca.

Al pasar el rato me encontraba sentada en una celda de la comisaría, con barreras llenas de sangre y lo que parece ser tierra, esperando a que mis padres vinieran a sacarme de aquí. Las palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza.
"Emily White, usted está arrestada por el asesinato de Katherine Delf."

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