Después de unas horas de oír los lamentos de la llorona llamada Ziggy Williams decidimos irnos a casa cada quien, yo en si no quería llegar ya que mamá aún no se encontraba y Steven posiblemente no estuviese porque siempre a las ocho suelen llamarlo para que mire algunas cosas del trabajo. Para mi suerte él estaba y eso me alegro mucho sentí que estaba protegía con él en casa.
- Hola loca
- Creí que ya se te había olvidado ese sobrenombre - dije cruzándome de brazos
- En realidad, se me había olvidado, pero luego lo volví a recordar loca - lo fulminé con la mirada y le di un golpe en el brazo
- No me vuelvas a llamar a si - indique
- Oh sino que - reto
- O sino te golpeo - dije con una sonrisa burlona
- Como te atreves - dijo dramáticamente
- Eso te ganaras si vuelves a decirme así - dije con la cabeza en alto
- Bien, locaaaaa - grito y corrió hacia mí, me levanto y me tiro en el sofá, me comenzó a ser cosillas y eso lo odiaba mucho, sin querer le di un golpe bajo y se retorció del dolor
- Oh lo siento Steven no quise golparte ahí - él me miro y estaba rojo, pero en vez de sentir culpa me dio risa, se paró aún retorciéndose del dolor y entre cerro sus ojos
- Sabes cómo duele esto - dijo en un hilo de voz
- hmmm, en realidad no porque yo no tengo eso - dije alzando una ceja - pero lo siento mucho no fue mi intensión - el asintió, el dolor ni siquiera lo dejaba pronunciar una palabra - que tanto tarda en desaparecer - me miro confundido - el dolor en tus pelotas pendejo - inhalo aire y se paró derecho
- Y tu como pa que quieres saber - dijo con la voz ronca
- Curiosidad, o porque te retorciste como gusano en anzuelo - reí ante lo último, ultimadamente me he estado riendo mucho
- Si duele mucho - confeso - solo por eso no me estés golpeando mucho o sino nunca llegaras a ser tía
- Yaaaaa, así dejémoslo ven - el rio - no te rías tarado - y más lo hizo
Después de volver a ser la tercera guerra mundial termine ganando y con un gran pedazo de torta y un vaso de leche, la noche era larga diría corta pero no era así, apenas eran las nueve y quince enserio la hora pasaba lenta, mi querido hermano propuso de ver una película y acepte, miramos como unas tres o cuatro no lo sé, en realidad, pero al final de una de ellas me quede dormida.
Me levante rápido al escuchar un sonido y me di cuenta que estaba en mi habitación, cerré los ojos y menee unas pocas veces mi cabeza y el sonido volvió a llamar mi atención, me dirigí a la puerta y asome mi cabeza no mire a nadie en el pasillo, pero volví a escuchar ese estruendo y provenía de abajo.
Me dirigí al peldaño y bajé lentamente cuando estaba en la planta baja no vi a nadie, arrugué un poco mi ceño en confusión, pero como en toda película de terror o suspenso siempre ten en cuenta de nunca pero nunca dar la espalda por que el mal siempre se encuentra detrás de ti y bueno ya sabemos cómo termina eso.
- Steven ¿eres tú? - pero no tuve respuesta - ¿Steven? - nada, me alegue del peldaño y camine por la sala de estar para ir a la cocina, pero todo estaba a oscura, cuando estaba a punto de tocar el apagador alguien hablo detrás de mí
- La curiosidad no lleva a nada bueno bonita - Bonita esto no estaba pasando en verdad tenía que ser un mal sueño - tu querido hermano no estaba alexia, y eso me lo hizo más fácil
Me giré lentamente y ahí lo vi parado a unos cuantos pasos de donde yo me encontraba, di pasos hacia tras inconscientemente pero mi torpeza se hizo presente y boté un jarrón que se encontraba en un mueble. No sabía qué hacer en ese instante, si corría me atraparía, si me quedaba ahí me atraparía, todo sería igual donde corriese el me encontraría.
- ¿Qué es lo que quieres? - es enserio si ya sabes la maldita respuesta
- Siempre lo mismo, ¿qué quieres? ¿Por qué lo haces? Vamos hazme otra, que esas ya están gastadas alexia
- Maldito enfermo - dije entre dientes
- Eso ya lo sé - indico
- ¿Cómo entrantes? - pregunte con la voz temblorosa
- Veras tu querido hermano tiene a los peores vigilantes del FBI creo que eran los nuevo, no lo sé y no me importa - manifestó aún estando en la oscuridad - esto me está aburriendo - hizo una pausa y luego volvió hablar - es hora de divertirme - termino y luego se escuchó una fuerte explosión en la parte de atrás haciéndome girar hacia donde se escuchó el estallido, rápido volví a ver dónde estaba él, pero ya no se encontraba.
Corrí hacia la puerta principal, pero esta se encontraba cerrada con llave, estaba aterrorizada salí de ahí y me dirigí a la cocina busque cualquier cosa para poderme defender, pero lo único bueno eran los cuchillos así que tome uno y salí despacio de ahí, subí a la planta alta para buscar mi teléfono y llamar a Steven, pero este sonó en la planta baja. Sé que no tenía que ir ahí de nuevo, pero ahí estaba yo bajando de nuevo los peldaños, mala idea fue una muy mala idea.
Era una maldita trampa, luche y luche me tiro varias veces al suelo y cuando se acercó le corté en la parte del hombro y un leve raspón en la cara, eso me dio ventaja y corrí a la puerta trasera de la cocina. El viento frio choco con mi rostro me dirigí a los vehículos que se encontraban frente de la casa.
Los dos hombres se encontraban muerto, esto no podía estar pasando, grite desesperadamente, pero nadie salía, ni siquiera sabía qué hora era.
- Dios ayúdame!! - grite con fuerza, miles de lágrimas corrían por mi mejilla no sabía a donde ir, esto ya no lo soportaba.
- Alexia - llamaron a mi nombre y me puse alerta - ¿eres tú?
- ¿Hugo? - dije mientras forzaba la vista ya que no podía verlo bien por mis lágrimas - si eres tu - me lance dándole un abrazo escuche que se quejó, y no quise preguntar lo único que quería era un abrazo
- ¿Que...por qué lloras? - examino mientras sobaba mi hombro
- Tienes que ayudarme - dije de inmediato
- ¿En qué? - me miraba confundido
- Hay alguien en mi casa y...y quiere matarme - dije sollozando
- ¿Cómo que te quieren matar? de que hablas - expreso aún más confundido
- por favor tienes que ayudarme - suplique
- Bien - indico - vamos

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Asesino En Serie
Mystery / ThrillerVeía por el retrovisor y juraría que un auto nos venía siguiendo, acelere más, pero el vehículo aumentaba más su velocidad. - ¿Ziggy? - susurre su nombre - ¿Qué pasa? - pregunto él - Alguien nos sigue - comente - ¿Que? Pero que dices - cuestionó - S...