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"Somos nuestro propio demonio, y hacemos de este mundo nuestro propio infierno" -Oscar Wilde.

•••
Había sufrido mucho para una vida tan corta,

aún asi, ella nunca había comparado su sufrimiento con el de otros.

Ella quería creer que lo suyo era casi nada.

Quería creer que el dolor que ella soportaba era solo una molestia para otras personas.

Pero el dolor era dolor.

Y por más que no quisiera admitirlo,

cada persona era un mundo,

y ella,

era un mundo extremadamente caótico y sufrido.

-¿Cómo estas? -

Su respuesta siempre era la misma.

-Bien. -

Incluso cuando lloraba.

Porque creía que si lo decía siempre,

todo sería menos doloroso.

Pero no lo era, otra vez.

Quizás también pensó que de tantas veces que lo decía se lo creería,

y tal vez, eso la haga estar bien.

Pero el mundo no funcionaba de esa forma y a pesar de todo, ella lo sabía.

Aún así, continuó diciéndolo,

ya saben, por costumbre.

"No me gustan las mentiras"

El muerto se asustaba del degollado.

La (posiblemente) mayor mentirosa de su generación odiaba las mentiras.

Claro.

Otra extraña lógica suya.

Victoria lo sabía, de igual manera, y poco le importaba.

Tragó en seco y tomo su celular.

Cinco mensajes de Travis.

Lo ignoró.

Una de sus amigas, días atrás le había dicho que él quería cambiarla.

Él quería que ella sea más cariñosa con la gente. Que sonría.

QUERÍA OTRA VICTORIA.

Y ni Caffy, ni Victoria estaban dispuestas a permitirlo.

Ella no cambiaría por nadie. Nunca.

Y si no le gustaba como era ella, era su problema.

Ella estaba (podría decirse) bien como estaba.

Le gustaba ser así (a veces).

Y si a Travis le desagradaba esa forma de ser,

"Pues que se vaya de aquí"

Exacto.

Victoria ya tenía muchos problemas con los que lidiar,

como para tener que aguantar a alguien que solo tratase de tirarla abajo.

"Nunca lo quise de igual manera"

Chistó sin importancia.

No lo quería.

Y tampoco lo consideraba su amigo (mucho menos mejor amigo).

Además, Victoria había estado sola toda su vida,

y había aprendido a cuidarse,

y a vivir en soledad.

No necesitaba a nadie para nada.

Ella se las arreglaría sola, como siempre hizo.

Aparte no estaba sola, Caffy la acompañana.

Y con ella, era más que suficiente.

"No tengo miedo de caminar este mundo sola"

Pensaba cada día.

Y lo cierto es que lo estaba.

Estaba sola.

Nadie la soportaba y eso estaba bien para ella.

"Mientras menos me quieran, más fácil será todo."

Y entonces recordó que debía estudiar.

No por sus padres.

Por ella.

Para tener un futuro y demostrrles a todos que Victoria Evans no necesita de nadie para triunfar.

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