Ya con la secundaria y preparatoria acabada, a los diecisiete años logre entrar a una de las mejores universidades de música, luego del primer semestre ya cumplí los dieciocho años, me preparaba para un concurso el cual cambiaria mi vida, todo estaba bien, las clases eran excelentes y el club de música clásica era increíble, todos nos estábamos preparando para el momento que iba a cambiar nuestras vidas un momento único, Mili estaba conmigo, estábamos en la misma universidad y bueno, lo que se preguntan, si ya por fin somos novios.
Llegó el día esperado por todos, todos los que se presentaron eran muy talentosos, no puedo negar que todos estábamos nerviosos, queríamos resaltar, por poco se nos olvida lo más importante, estábamos tan ansiosos por ser los mejores que antes de salir al escenario les dije: Somos los mejores, ganaremos fácilmente. Todos me apoyaron y el profesor nos recordó lo más importante para nosotros dijo: Chicos, no van a subir al escenario a menos que bajen ese ego, no son los mejores ni los peores, todos comparten un sueño y todos los equipos al igual que ustedes se han esforzado, no los dejare subir al escenario pensando así, recuerden lo que dijeron el primer día.
Todos empezamos a reflexionar y me di cuenta que estaba equivocado, tal vez eran los nervios los que me hicieron decir esas cosas y al recordar nuestro primer día recordé estas palabras: "Toco el piano para ser libre " al recordar esto les dije: Tocamos para sentirnos libres, para llevar nuestras musicas a los corazones y para salvar a alguien con nuestra música, discúlpenme por lo que dije anteriormente, el profesor tiene razón, subamos al escenario con la esperanza de cumplir todos nuestros sueños y no desistamos de ellos, luego de eso subimos al escenario.
Termino la pieza, fue una presentación emocionante, anunciaron a los ganadores y pudimos obtener el primer lugar, no fue fácil, todos eran muy buenos, luego de eso fuimos a celebrar como de costumbre luego de cada competencia; en eso recibí una llamada, tendría la oportunidad de ir al extranjero a estudiar por un año y según mí desempeñó podría terminar la universidad allí, todo estaba bien, todo estaba yendo perfecto.
La mañana de la audición para poder ser definitivamente admitido en la universidad, recuerdo llegar muy temprano al aeropuerto de los Estados Unidos, todo estaba bien, tome el auto que me esperaba para ir a la universidad y luego hice la prueba, pase y quería quedarme un rato más para ver la escuela, debí irme a casa, debí ir al aeropuerto, debí volver.
Cuando me encontraba viendo las afueras de la universidad se cayó un gran vidrio el cual estaban montando, no me di cuenta de esto hasta que yo ya estaba tendido en el suelo cubierto de sangre, instintivamente me protegí con mis manos, debí no protegerme, sentía mucho dolor pero luego de un rato paso y no podía escuchar a las personas a mí alrededor todo se volvió negro y al despertar estaba en un hospital, vi a mis padres y a Mili allí, no sé cuantos días pasaron.
Luego de que recuperé la memoria mi madre me dijo que pase dos días inconsciente y que mis manos estaban gravemente heridas, ojala fuera solo eso luego que mamá me dijo eso papá continuo y me dijo: Hijo, los nervios de tus manos han sido muy lastimados, también los tendones, el doctor dijo que podías recuperar en poco tiempo la movilidad de tus manos pero solo podrás hacer cosas comunes, lo siento hijo pero no podras volver a tocar el piano.
Papá termino de hablar y solo sentía como un profundo dolor en mi cabeza comenzaba, también me falto el aire y todo volvió a estar oscuro al despertar veo a Mili llorando y mamá y papá también lo estaban, luego mamá voltio a verme y me dijo: Hijo, no te mentiré, aunque tus manos se recuperen tu corazón sufrió daños a causa del accidente, los doctores dijeron que morirás, solo podrás vivir hasta los 22 años, pero eso es un tal ves. Mamá comenzó a llorar y a gritar: Que injusto, que injusto, ¿porque tenía que ser mi hijo?, no solo será el dolor de sus manos pero también morirá, no mi hijo, no, él no. Mamá continuo llorando y papá intento consolarla, Mili me dijo: No te preocupes, yo estaré contigo, pase lo que pase.
Solo pude contener las lágrimas para tranquilizar a mi familia y les dije: Esta bien, estaré bien, no me puedo quejar, no viví mal, tengo amigos que me aman, mi familia me ama y el amor de mi vida esta a mi lado, no me quejo, tal vez algún día podré volver a tocar el piano. Llegó la noche les pedí que me dejaran solo, la sala oscura el ruido del aire acondicionado, la oscuridad de la noche, no podía más y solo lloré y grite en silencio, en la habitación solo estaba yo, solo podía tragar mi dolor, pero sentía como que estaba en un abismo, había perdido todo lo que me hacía ser libre, no sabia que hacer, intentaba que mis lágrimas y gritos de desesperación no se escucharan, pensé en que seria mejor morir, pero debía vivir, vivir el poco tiempo que me quedaba.
No estaba solo, Mili entro a la habitación y corrio hacia donde yo estaba y me abrazo y lloro, lloro junto a mí y me dijo que me amaba y que estaría siempre a mi lado no pude contener las lágrimas y llore, llore como un niño que perdió todo, pero aunque lloré podía sentir que ella estaba allí sosteniéndome y escuche por última vez mi piano y en mi mente apareció este por última vez.
¿Será este mi final?
¿ Escuchas...Mi...Melodía?
Creo que ya perdí.
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La suave influencia de tú melodía.
Short StoryEn una esquina en la casa de mi abuela, polvoriento, solo y triste; Parecia un tesoro. Tú melodía fue lo que salvo mi vida y me dio motivos para vivir. ¿Escuchas?. ¿Escuchas?. Escrito Por: Nathalie Serrano.