LA FLOR DE LA MUERTE © #1

🗡 GLAVA XV 🗡

Shcherbakov. 

Vladislav Dimitriovich Shcherbakov. 

El Zar.

El Wendigo de Ekaterimburgo.

Nuestro linaje asesino comenzó con él. Vladislav Shcherbakov fue el bisabuelo de Papá. Y fue el terror de toda Rusia por 37 años seguidos. Nacido en cuna de oro a manos de la excéntrica y sofisticada familia Shcherbakov. Familia de gran prestigio en toda Rusia. Familia de médicos, psicólogos, psiquiatras, forenses, y toda área de la salud conocida. Familia dueña de todos los primeros internados psiquiátricos y clínicas privadas en todo el país. Familia de emperadores si de poder se trataba. Pero por la traición de una mujer que él acogió, Vladislav se vio obligado a abandonar su apellido por órdenes de su padre quién era el jefe de familia. Lo desheredó y lo expulsó de Rusia. Aquella mujer contó detalle a detalle todos los crímenes que Vladislav había cometido. Y como último acto de amor de su padre hacia él, lo expulsó de Rusia para que las autoridades no pudiera dar jamás con él. Vladislav se fue a Alemania... refugiándose con la familia Mortensen. Una familia con historia mafiosa. Y desde ahí comenzó nuestra unión con los Mortensen. 

Los Mortensen protegieron a Vladislav de todo y de todos. Lo recibieron como un hijo más y lo llenaron de riquezas gracias a su desempeño como asesino y a sus ideas perfectamente planificadas para ganar territorios en toda Alemania y sus alrededores. Gracias a Vladislav, los Mortensen se hicieron los reyes de toda Alemania. 

Cuando el padre de Vladislav murió por un ataque al corazón, Vladislav regresó a Rusia y tomó el apellido Dagger con ayuda de los Mortensen. Y bajo el apellido Dagger, recuperó cada propiedad, territorio, riqueza y posesión de los Shcherbakov.Creando así el Imperio Dagger en toda Rusia, manteniendo el apellido Shcherbakov en las sombras. 

Todo nuestro linaje es puro, sádico y oscuro. 

Y lo había olvidado. ¿Por qué? Solo porque los cerdos me habían hecho sentir inferior.

Mi madrina tenía razón. Yo estoy por encima de ellos. 

Soy una Scherbakov de linaje puro. 

El degollar cuellos lo llevo en la jodida sangre. 

—Malen'kiy.

No me giré. Sus pasos se detuvieron de pie a mi lado mientras yo seguía mirando el día nublado a través de la ventana bebiendo una taza de café y sentada en un puff de Anette con su manta rosada favorita. Le gustaba porque tenía corazones rojos, pero yo la odiaba. Aún así la estaba usando, era muy calentita.

—Los bastardos quieren venir aquí —me informó.

—¿Para qué? —pregunté serena. 

—Según mis informantes, quieren reclamar la fortuna de Joaquín. Ya son conscientes que Yaroslav y Emily están completamente muertos. 

Suspiré mientras bebía mi café—. Déjalos que vengan.

—¿Estás segura?

—Si. Están respondiendo a la carnada, Otets. Hay que dejarlos venir. 

Davian bajó las escaleras y se acercó a nosotros—. Necesitamos tu carro —murmuró mirando a Papá.