Estoy marcada desde que era una niña. ¿Por qué no lo sabía? ¿Por qué no lo había recordado? ¿Por qué? Suspiré serena mientras veía hacia abajo a los pacientes ir y venir por todo el patio de Atwood. Estaba cansada. Esta mañana había tenido mi primera sesión psicológica con Papá, en dónde exploré partes de mi memoria acerca de mi infancia que creía borradas. Los recuerdos más hermosos que tenía eran junto a Papá, mis padrinos y junto a mi Sapfirovyye glaza. Pero lo demás solo era dolor y tormento. ¿Y lo peor? es que no era consciente de ello.
Necesito a Sapfirovyye glaza.
Me giré y me fui tranquilamente por todo el tercer piso, en dónde caminé de manera serena por los pasillos para ir hacia el otro extremo y así aprenderme de memoria los caminos. Pero una escena a lo lejos llamó mi atención por completo, había una mujer rubia, alta y de cuerpo delgado intentando abrazar a Seth, él la alejaba una y otra vez con disgusto, pero a la vez con caballerosidad.
—Vanessa, por favor. No me hagas olvidar que eres mujer.
—Oh, vamos. Sé que te gusto, ¿por qué no lo aceptas y ya? —rió.
Me acerqué—. Doctor Alvensleben.
Ambos se giraron hacia mí, "Vanessa" me miró de arriba a abajo con superioridad mientras que Seth me miró como si fuera lo más hermoso del mundo.
—Ojitos.
—¿Quién eres tú? Estamos ocupados —dijo Vanessa con sorna.
Seth la miró con molestia e iba a responder, pero me adelanté—. Vanessa Blake, ¿no?
—Si. ¿Quién eres tú?
—Lilith Dagger.
Vanessa enmudeció.
—¿Qué haces aquí? —pregunté con frialdad—. No puedes estar en esta área.
—Yo también soy médica.
—No aquí —dije tajante—. Nadie puede entrar a este piso sin que mi padre lo autorice, seas médica o cualquier otra mierda —dije fríamente—. Si no estás en la lista, no pasas. Simple.
—Y-yo...
—¿Aún estás aquí? Largo. El doctor Alvensleben tiene que hacer su ronda todavía. Si tienes un tema de conversación fuera del profesionalismo, hazlo fuera del internado.
Vanessa me miró con todo el odio del mundo y se tragó su amarga humillación para darse la vuelta y caminar lejos de nosotros. Seth me miró con fascinación y sin pensarlo dos veces, me tomó de la cintura y me jaló hacia dentro del despacho de Papá que estaba justo detrás de nosotros.
—Sapfirovyye glaza.
Seth cerró la puerta y me quedó mirando—. ¿Ya te enteraste?
—¿De qué?
Seth sonrió ladino—. Hay dos noticias. La primera es que seré oficialmente el subjefe de esta área. Tú padre volvió a tomar el control de toda el área roja.
—¿Y la segunda? —pregunté curiosa.
Unos golpes en la puerta se oyeron en ese momento y ambos nos giramos al escucharlos.
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LA FLOR DE LA MUERTE © #1
Mystery / ThrillerMuertes. Es lo único que quiero. Quiero destruir. En mi sangre llevo el arte de asesinar. No quiero perdonar. No quiero dar misericordia. No quiero una maldita tregua. Quiero que se arrastren en mi Infierno. Mi Sed de Sangre me exige venganza...