#1 When everything falls apart, I will still be yours • (G)I-DLE •

Chapter 5: And nothing larger

Soyeon

No, esto es terrible.

Soyeon movió el mouse e hizo clic en otro conjunto de ritmos que acababa de componer.

Esto tampoco está bien.

Hizo clic en otro, pero todavía no estaba conforme. A veces se preguntaba si valía la pena hacer una lista de reproducción para alguien que ni siquiera la escucharía.

Hacer una lista de reproducción no era solo hacer clic en un par de canciones en Spotify y agruparlas bajo un título como 'chill hours' o 'feelings'. Hacer una lista de reproducción para Soyeon significaba comenzar desde el principio, desde la primera palabra, la primera nota. Dar vida a una nueva historia, sin ninguna interrupción de algo 'medio bueno'. Cada línea tenía que significar algo, al menos eso era lo que buscaba Soyeon.

Estaba a punto de descartar la nueva pista cuando escuchó el zumbido de su teléfono, lo que la hizo darse cuenta de que su transporte estaría allí en diez minutos.

Salió de su propio estudio, -que le había robado a su padre ya que no lo había usado en al menos diez años- que conducía directamente a la biblioteca de la casa. A veces, Soyeon solo podía reírse patéticamente de lo ricos que son sus padres.

La niña subió las escaleras cubiertas de alfombra, que conducían al pasillo, y al final estaba la gran puerta de madera. Sin emitir ni un sonido, Soyeon la abrió y luego la cerró con cuidado detrás de ella. No quería despertar al monstruo.

Como había adivinado, no había ningún coche negro frente a su gran mansión. Esa chica nunca llega a tiempo. Pero quién podría culparla, tenía que esperar a dos noctámbulas.

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¿Y si lo hiciera todo una octava más alto, sonaría mejor? ¿Quizás necesitaba un toque de falsete? O tal vez estaba cansada de escuchar su propia voz ... Realmente le vendría bien un cambio, pero no podía preguntarle a Minnie, o a Miyeon, quién había descubierto recientemente (a través de Minnie) que tenía buena voz. Y Soojin nunca aceptaría, no es que Soyeon supiera si es buena o no. Siempre se había limitado a bailar, y tal vez eso se debía a una razón.

"¿Qué acabo de decir, señorita Jeon?" preguntó el maestro de repente, con las manos en su escritorio mientras el aliento con olor a café invadía su privacidad.

¿Por qué nunca se puede estar tranquila durante estas clases?

"No lo sé, Sr." respondió con una sonrisa molesta.

Soojin la miró con una expresión en blanco, como siempre. Sabía que Soojin le gritaría, si solo le importara lo suficiente.
No lo malinterpretes, se preocupan la una por la otra. Y en algún lugar en el fondo, a su manera retorcida, incluso se amaban. Pero la escuela no era importante para ninguna de las chicas, porque Soyeon pasaba con buenas calificaciones sin importar si escuchaba o no, y Soojin parecía no poder obtener nada por encima de una 'C', incluso escuchando y tomando notas todo el tiempo.

Por lo tanto, a Soojin no le importó darle una mirada de advertencia o una mirada enojada. Dejó que Soyeon discutiera con el hombre y le dedicó una pequeña sonrisa una vez que la enviaron fuera del aula.

La pequeña rubia se pavoneaba por los pasillos, con su mochila colgando sobre su hombro, mientras miraba por las ventanas hacia las aulas. Quizás, solo quizás, sus ojos se encontrarían con cierta china.

Bueno, eso no sucedió. En cambio, vio a Minnie garabateando en el cuaderno de bocetos de Miyeon, que ya estaba lleno de rostros bien dibujados, paisajes y todo lo demás que Miyeon encontraba a diario. La niña mayor estaba tomando notas en su otro libro y ocasionalmente miraba el dibujo de Minnie.