Juega por última vez

3K 254 31
                                    


Tras una velada más o menos movida para la recién pareja, Regina y Emma se habían despertado nada habitual para la alcaldesa, que de un sobresalto, había tirado a Emma por el otro lado de la cama, cayendo la rubia al suelo en un gruñido ronco. Era su primera noche juntas, y para turbación de Regina, no hubo nada de reposo. Ella, que no tenía costumbre de compartir sus noches, y sobre todo su cama, había descubierto, esa noche, el efecto que tenía un cuerpo cálido pegado al suyo, unos pies fríos cortándote la respiración, pegados a los suyos y para acabar, recibir los golpes de la rubia dormida a su lado, que no dejaba de moverse en sueños. La morena no había dejado de gruñir, de tirar de la manta hacia ella para impedir que Emma, por su parte, se la llevara con ella. Y tras ese perpetuo combate, el sol finalmente había entrado en la estancia, dando algo de respiro a esa agitada noche.

Regina había bajado a la cocina para preparar el desayuno, y aprovechando que Henry estaba en casa de sus abuelos, se ofreció un desayuno más ligero que los famosos huevos revueltos y las tortitas cotidianas de Henry.

Emma no tardó en levantarse y en unirse a ella, algunos minutos más tarde, con los cabellos despeinados tras la caída de la cama, masajeándose la cadera. Se pegó a la espalda de su compañera gruñendo, mientras sus ojos se acostumbraban a la luz ambiente, lo que divirtió mucho a Regina, que disimulaba una larga sonrisa debido al comportamiento singular e infantil de su compañera.

El tiempo transcurría tan bien que con él desfilaba la rutina cotidiana. Cada día que pasaba estaba lleno de sorpresas y ni una ni la otra sabían lo que podría suceder al segundo siguiente. Cuando no era Henry que aparecía tras haberse caído del monopatín, con la rodilla ensangrentada...era Charming que venía corriendo porque un borracho estaba al borde de la carretera, en el centro de la ciudad, o para declarar que un robo había tenido lugar en Granny's. Por supuesto, estaba el teléfono, pero desde que Emma y Regina eran pareja, el teléfono se quedaba, muy a menudo, en el bolsillo trasero de su vaquero que yacía tirado en el suelo de una de las innumerables estancias de la mansión mientras ella se dedicaba a hacer disfrutar a su compañera.

Sus gemidos que, además, cubrían el sonido del aparato hacían que Charming no tuviera otra opción que dirigirse directamente a la mansión de su nuera en potencia para buscar a su hija que, vistos los gritos que se oían desde el exterior, estaba demasiado ocupada. Y eso ya no sorprendía al Príncipe Azul. Antes, se quedaba fuera, incómodo, rezando para que pararan intentando no imaginarse lo que podía estar pasando. A veces, incluso había llamado a Snow al rescate, y esta llegaba y lanzaba decenas de cajas de huevos vacías puerta adentro, para que las chicas, al bajar, comprendieran que ya era hora de insonorizar la casa. Tras eso Snow entraba, avergonzada, mientras que las chicas, mientras bajaban se contenían para no echarse a reír ante la manera ofensivamente discreta de la madre de Emma de llamarles la atención para que fueran más discretas.

Pero más adelante las cosas cambiaron. Charming ya entraba en la casa, con algodón en sus orejas, para no escuchar ningún sonido, y gritaba por toda la casa el nombre de su hija para mostrarle su presencia. Cosa que era eficaz, ya que Emma aparecía siempre, tras 5 o 10 minutos, enrollada en un albornoz, preguntándole al padre sobre su presencia.

Por supuesto las dos amantes habían tenido que "salir del armario", y después de que la mitad de los hombres de la ciudad les preguntaran si podían participar, grabar o sencillamente mirar, habían terminado por felicitar a las dos mujeres. Algunos hombres, más envidiosos, habían intentado hacerlas cambiar de opinión mostrándose como poseedores de cuerpos de Apolo, musculados. Emma caía de vez en cuando, hundiendo su mirada en esos abdominales de esos machos, pero Regina la agarraba a tiempo recordándole su existencia. Pero Emma era muy consciente de que no se podía comparar lo incomparable. Ella tenía a una diosa con quien compartir cada noche. Y nadie igualaba a su amada, aunque se divertía, perversamente, volviendo celosa a la reina, sencillamente con ganas de enervarla, para reñir toda la noche en una crisis de celos ridículos, reproduciéndose de esa manera lo que mejor sabían hacer juntas cuando en el pasado se dedicaban a luchas, combates entre ellas y con los demás. Ahora, decidían amarse. Aunque no había sido nada fácil asumir amar a otra mujer, habían encontrado mucho más difícil confesarse un "Te amo" y mucho más atreverse a considerarse felices. Y mientras pasaban los meses, los años...Su amor crecía, inexorablemente, hasta que una hermosa tarde, mientras estaban acostadas en su cama, en la oscuridad, Emma acariciando el redondeado vientre que anunciaba el octavo mes de embarazo de su novia, Regina rompió el silencio murmurando.

–Emma...¿Jugamos a una cosa?

–Si tú quieres...¿Un juego erótico? Sabes que no puedes con el be...

–...No. No es un juego erótico. Otro tipo de juego.

–Dime...

–¿Prométeme que jugarás?

–Por supuesto...Solo si no acaba con las dos fo...

–¡Emma! ¡Ya te he dicho que no! Venga...Juega conmigo...

–Bien, bien...¿Qué debo hacer?

–Dime que eres feliz...

–¿Perdón?

–Dilo...Dime que eres feliz...Que no querrías otra vida que esta...

–Gina, yo...

–Emma...Juega...

–Pero si yo...

–Respóndeme...

–Gina...Por supuesto que soy feliz. No necesitamos un juego ridículo para eso. ¿No se nota? ¿No ves la sonrisa idiota que brota en mis labios cada mañana? Vamos a fundar una familia...Estoy con una mujer magnífica, la más magnífica...¿Cómo no podría ser feliz?

–Porque jamás lo has dicho...

Emma sonreía ahora con expresión tierna acariciando la mejilla de su compañera.

–Soy feliz, Regina. Soy la más feliz.

–Yo también soy feliz...Pero...Sería más feliz si quisieras responder a una pregunta...

–¿Y cuál es?

–¿Quieres casarte conmigo, Emma?

Y como en todos los cuentos de hadas que se precien, ellas se casaron, y tuvieron muchos hijos.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Feb 13, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Juega conmigo, EmmaWhere stories live. Discover now