Golondrinas Azules

Parte 1

—Quiero hacer un brindis por la feliz pareja— esboce una sonrisa burlona y levanté la copa en dirección a los novios.
—Harry ya para por favor— susurro mi amiga intentando sentarme pero ya era muy tarde, demasiado tarde.
—¡Por la inmensa e infinita felicidad de los recién casados!— grite está vez —¡Que vivan felices.... para siempre— mantenía la sonrisa más burlona que pude haber hecho en toda mi vida aunque mis ojos solo demostraban tristeza, decepción, enojo y aún con todo eso mantenían amor.
—Y antes de que continúen celebrando y toda esas cosas solo deseo dedicarles unas últimas palabras— saque un pequeño papel del bolsillo de mi pantalón y a duras penas podía leer lo que decía—Esta frase es perteneciente a nuestro libro favorito.  "Y no quiero que seas de mi propiedad pero ojalá tengas ganas de verme muchas veces. Y aparezcas cuando no me avises. Que me beses, aunque no te lo pida. Y sobre todo que nos respetemos, hasta que nos queden ganas de querernos. Ojalá siempre" son palabras tan hermosas y es una lástima que ahora sean suyas.— finalice y tome lo último de la copa.
—Ya basta Harry, fue suficiente— Karen se levantó y me tomo del brazo guiandome hacía la salida.
—¡Ten un largo y feliz matrimonio!— grite mientras me alejaba con Karen y él solo me miró con el amor que alguna vez juro tenerme y un destello de desilusión o tristeza en esos bellos ojos me hicieron ver lo que había hecho, lo lastimé.
—Adiós— susurro tan fuerte y tan bajo que retumbó en lo más profundo de mi corazón sintiendo así como mi alma era destrozada una vez más por el  amor de mi vida y ahora el más grande dolor y error que encontré alguna vez. Ese fue el final, nuestro final.

9:30 AM del 27 de octubre

—¿Qué piensas entonces Harry?—
Jhon golpeó mi brazo una poco fuerte haciéndome salir del trance en el que me encontraba.
—¿Me estás poniendo atención?— pregunto un tanto molesto.
—Lo siento me desconecte por un momento, continúa— lo incitè a qué siguiera y a cambio solo obtuve una mala mirada.
—No era tan importante— se levantó del comedor y antes de que saliera le hablé para intentar remediar lo que hice, nuevamente.
—Jhony iré por ti al terminar el colegio—
—¿No lo olvidarás?— mierda.
—No lo olvidaré— intenté regalarle una sonrisa pero nada cambia los hechos recientes o pasados y esa es la realidad.

Subí rápidamente a mi habitación para terminar de alistarme y salir al trabajo porque afortunadamente al fin había podido regresar o al menos eso fue lo que dijo mi terapeuta.

Había iniciado sesiones con un terapeuta y además un grupo de ayuda para el alcoholismo, demasiado vergonzoso.
Finalmente salí hacia la oficina y al llegar como ya era de costumbre me recibió la adorable Ann.

—Señor Harry— saludo con un leve asentimiento.
—Por décima vez, no soy señor—
—Lo lamento— un leve sonrojo adorno sus mejillas. —Mhm... L-la cita de hoy es en el almuerzo en el restaurante La pomme rouge— está chica era realmente adorable.
—Bien ahí estarè entonces— finalice con una sonrisa y entre a mi oficina.

El resto de la mañana la pasé en la oficina arreglando los papeles y algunos otros detalles en que los trabajadores necesitaban mi ayuda, hasta la hora del almuerzo que tuve que ir hasta la ansiada cita.

—Ann, me retiro ya a la cita—
—Claro lo veré más tarde— dijo sin dejar de teclear.
—Ann mhm, necesito los detalles de la cita— dije con una sonrisa abriéndose paso por mi rostro.
—Oh cierto, lo lamento— y ahí estaba de nuevo el sonrojo, dejo de teclear y se concentro en buscar algo en una montaña de papeles que estaba sobre su escritorio. —Es un chico en representación de el restaurante Ella....— tarareo un momento las palabras y finalmente me dijo —Le enviaré todo en un texto ¿Si?— más que a pregunta sonó a afirmación.
—Claro entonces me voy te veré mañana, le prometí a John pasar por él— me despedí con una sonrisa y ella hizo lo mismo.

Al llegar a el gran restaurante busque al joven que me había descrito Ann por el texto.

—Moreno, bajo y con un clavel en el ojal del traje— repetía eso en mi mente mientras lo buscaba entre todas las personas hasta que finalmente lo encontré.
Me acerque rápidamente hasta donde estaba el e interrumpí su rápido tecleo.
—Buenas tardes— saludé y el se puso de pie en un santiamén.
—Mi nombre es Harry Styles y vengo como representante de Stycox— extendí mi mano y él la tomo dando un ligero apretón.
—Louis Tomlinson—