Golondrinas Azules

Un dulce tormento.

—Creí que no llegarías nunca— dije al ver entrar al que era el amor de mi vida.
—Umh.... Hola Harry— susurro casi inaudible.
—¿Está todo bien cielo?— me acerque para tocar su mejilla y el me evadió rápidamente.
—Si, es solo que fui a comer con mi padre y hablamos sobre algunas.... cosas— lo último lo dijo con un tono frío y perdido.
Él no me miraba.
Algo estaba mal.
—¿Y.... eso es malo por?—
—Papá dijo algo sobre......— no pudo terminar lo último porque estaba casi al borde del llanto.
—Cielo— me acerque lo suficiente como para que el no se alejara —Lo que sea que allá dicho tu padre se puede resolver, estoy seguro y sabemos que tú padre puede ser difícil a veces, pero ey lo resolveremos— finalize con una leve sonrisa.
—Papá quiere que me case—
Sentí como el corazón se detuvo y comenzó a latir de nuevo, mi cerebro no procesaba aquello y mi pecho sentí que reventaría de felicidad en cualquier momento.
—Dios— me lance sobre él y comencé a besarlo por todo su bello rostro.
Él no respondió del mismo modo.
Me alejó y me miró con las mejillas empapadas de aquel cristalino líquido que salía a borbotones por sus dulces ojos.
Está bien, no esperaba esa reacción.
—Harry, papá quiere que me case....— no le permite continuar
—Y eso está bien cielo, yo había esperado esto por mucho tiempo en verdad y ya verás que todo quedará muy lindo, ser....— ahora me interrumpió él.
—¡No Harry!— grito y comenzó a caminar por todo el salón —No puedo casarme contigo, porque..... ya..... estoy comprometido— su voz se cortó conforme avanzaba y yo, yo solo sentí como mi alma se escapó por mis labios en un leve gemido de dolor, dolía, quemaba y me mataba de a poco.

2:30 pm del 23 de octubre

Decir que estaba bien desde que salí del hospital sería una vil mentira.

•••

Cinco días atrás

—Bien Harry pues solo tienes que seguir al pie de la letra todas las recomendaciones, los medicamentos y estarás bien en un par de semanas— comento el doctor mientras firmaba algunos papeles.
—De acuerdo— respondí restándole importancia.
—Bueno entonces— suspiro —espero no verte por aquí de nuevo— finalizó con una leve risa.
Asentí y el salió de la habitación.

Mamá y papá se encargaron de ir por mi y de finalizar los trámites, medicamentos y cosas que necesitaría,  para mí enorme sorpresa y comodidad llevaron a mi pequeño -que ya no era tan pequeño- hermano Jhon.
—¡Ed!— exclamó con emoción mi dulce hermano.
—¡Jhony— lo abrace con bastante fuerza, hace ya bastante que no le veía.
—¡Eres un idiota!— vaya que me sorprendió, normalmente mamá no dejaba que utilizaramos lenguaje así y además si era un idiota pero mi hermano no tenía porque saberlo.
—Estuve esperando tus estúpidas llamadas y nunca llegaron, espere tus mensajes y tampoco aparecieron, espere por ti y no regresaste.....— bajo la mirada y justo ahora sus reclamos ya no eran más reclamos, si no algo a lo que llaman decepción, desilusión. Y si yo era él maldito que lástima a mi hermano en su pequeña y apenas iniciada historia.
—Jhony..... yo lo siento en verdad y es que todo es..... una mierda— resople porque no me había dado cuenta de lo cierto que era todo, de todo lo cierto que tenía aquella diminuta palabra. Mierda.
—Ni que lo digas— miraba fijamente a un punto y asentía con una sonrisa triste.
Lo mire con un gesto de interrogación, como mi tierno y dulce hermano de 17 años podría decir algo así.
Nego con la cabeza —Supongo que tú vida es una mierda, créeme todos tenemos un poco de ella en nuestra patética existencia— explico con un leve tono que me hizo dudar de lo siguiente que diría.
Vaya, en ocasiones como estás es cuando pienso en que todos nos envolvemos tanto en nuestros propios problemas y creemos que estamos lidiando con la peor basura en el universo que le restamos importancia a lo que viven los demás y en ocasiones tenemos la poca sensatez de decir cosas como "si supieras lo que yo siento" y mierda la mayoría del tiempo no tenemos ni la más remota idea de cómo se siente el otro, de como la está pasando y solo nos molestamos en decir tonterías que no sabemos cómo las tomara la otra persona, que impacto tendrá en aquel individuo que tal vez pasa por un momento difícil y que los de su alrededor nos encargamos de hacerle ver cuan importante es lo que siente. Y es tan triste pero tan jodidamente cierto.
—Jhony, nunca había estado tan más de acuerdo en algo y temo decirte que en esta vida nunca faltará algo jodido por lo que tengas que preocuparte— sonreí con la calidez que mamá lo hacía o al menos eso intenté.
Suspiro —Si... supongo que tienes razón, pero siempre es bueno aquello ¿No?— pregunto con una sonrisa triste.
—En ocasiones lo es— no definitivamente no lo es y yo no le haría saber aquello, no al menos ahora.

Minutos después papá y mamá llegaron al auto y Jhon me hizo una seña de que seguiríamos con la plática más tarde, solo asentí y me quedé dormido.

•••

Finalmente estaba en casa, y los días no habían sido de lo mejor.
Entre en una especie de crisis por la falta de alcohol en mi horrible organismo.

Flashback

—¡Por favor mamá!— suplique si borde del llanto.
—No, Harry— nego mi madre y me miró con reproche.
Eso me enojo de verdad y le grite.
—¡No me interesa, lo conseguiré yo mismo!— comencé a buscar entre todos los estantes de la cocina, nada.
—¡Harry basta!— grito mi madre tratando de detenerme. La empuje y cayó.
Rápidamente me dí cuenta de lo que hice y me incorpore para ayudarle.
—Mamá yo lo lamento.... no estaba.... pensando y lo siento, y-yo no q-quería lastimarte— titubeé mientras la ayudaba.
—Está bien cielo, se que no hacerlo— sonrió hacía a mi y continuo —Pero necesitas ayuda y la encontraremos— acaricio mi mejilla y dejo un dulce beso.

Fin del flashback.

Si bueno eso paso los últimos días, llegué a agredir a papá y a Jhon. Les pedí disculpas mil veces y ellos dijeron que estaba bien y demás pero me sentía horrible, una horrible persona.
Ayer por la noche quería beber de igual modo y papá muy inteligentemente vacío una botella de whisky en el lavabo para rellenarlo con agua y dármelo, si patético.

Había otra forma de calmarme y es que mamá y John construyeron un pequeño pero muy agradable jardín en el pequeño ático que lo adaptaron para hacer un lugar tranquilo y bueno para un jardín. Las flores que más abundaban eran rosas y girasoles, el perfume de las flores que rondaban ahí era simplemente magnífico y embriagador que lograba trasladarme a un paraíso.
Tan pronto como este lugar me ayudó, también me devastó, ahí estaba floreciente y colorida su flor favorita, margaritas.
Y de nuevo comenzaron los recuerdos, llegando uno tras otro, su risa, sus ojos, sus besos, sus caricias.
Todo lo que alguna vez fue mío y que estúpidamente dejé ir, aquel que fue mío en todas sus formas posibles y que de un momento a otro solo se esfumo dejando una borrosa imagen de lo que una vez fue, de lo que una vez fuimos.
Todo arremolinandose en mi mente, todo gritándome en un leve susurro nuestra trágica historia, una fuerza que desgarra mi interior y se lo lleva lejos es lo único que aquel hombre me dejó y le hace saber que lo disfruto, disfruto que todos los días me visita y me deja ver cómo y cuánto amo que me haga pasar por un dulce tormento.

Aloooo cómo están gente bonita?
Bueno se que dije habría actualización antes pero ahhhh me ha costado trabajo escribir y no quería traer basura para ustedes:))
Así que si una disculpa.
En fin espero que les guste mucho esto y les digo que se preparen porque en el siguiente capítulo se nos viene lo interesante.
Recuerden compartan y voten y comenten pq siento que estoy hablando sola como estúpida JAJAJAJ.

Bueno cuidense y recuerden que si salen sigan las precauciones porfiiii.

Los amo mucho y recuerden que nos leeremos pronto.

Lengüitas de gato<3