Chapter 3

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Su mirada llena de ilusión y ansias por ver aquello que tanto ocultaban se fue al segundo de ver una simple rama de un árbol sobre un pedestal, ni sus padres lo ilusionaban tanto cuando decían que iban a comprar helado pero que en realidad lo llevaban para ponerle su vacuna. Su mirada vacía se centró en el chico menor que lo acompañaba, alzando una ceja, preguntando internamente qué era lo que estaban viendo, aunque en cierta parte entendía que la imaginación era la que estaba más en juego que la realidad.

── Esta arma que ves frente tuyo es lo que tanto nosotros, los humanos, protegemos y cuidamos como los elfos buscan hacerse con ella, arriesgando todos nuestra vida por ello, librando una batalla sin fin. . . La Vara de la Verdad.

Por unos segundos pudo ver más allá de eso, como si hubiera sido un recuerdo desbloqueado, o un mensaje secreto que se la había presentado, sobrepuesto a la imagen de la vara pudo ver una especie de instrumento raro, aunque no pudo identificarlo bien al ser solo un flash, lo que sí le dejó fue un lindo y hermoso mareo y punzadas en la cabeza.

── Hace ya dos días que lo hemos recuperado de las manos de nuestros enemigos, siendo ahora una buena temporada de prosperidad hacia el reino, es magnifico el poder que puede ejecer.

El mago luego de decir esas palabras miró a su invitado, al instante se extrañó al verlo sujetarse con sus manos la cabeza, siseando bajo, lo interpretó como si le doliera la cabeza. No le dio mucha importancia, tampoco es que le importara lo que le pasara, era obvio que sus intenciones eran aprovecharse del chico, así que decidió hacer un mini teatro para “ayudarlo”, y sacar provecho.

── ¡No la mires por mucho tiempo!, su poder es tan excesivo que es capaz de debilitar a cualquier mortal que no tenga suficientemente fuerza mental para soportarlo. Será mejor alejarnos un poco.

Tomó los hombros del más alto, dándolo vuelta de su propio eje, para luego empujarlo sutilmente y alejarlo de ahí, sin llegar a salir de aquella carpa denominada castillo para ellos. Luego de unos segundos donde solo cerró sus ojos esperando que el dolor pase, los abrió al sentirse más liviano, soltando su cabeza y quedando en un pequeño trance. Al sentir toques en su mejilla, conectó de nuevo en la realidad, desviando su mirada al otro chico, ya más tranquilo, aunque ahora tenía muchas preguntas de aquella imagen y esa vara, pero eso sería para más adelante, necesitaba más pistas.

── Bueno, ya hablando seriamente, para que te unas al reino, deberás pagar una cuota cada cierto tiempo como tributo al reino, esta constatará que tan fiel es hacia nosotros.

── Eh. . .

── ALARMA ALARMA ALARMA-

Estaba por declinar la hermosa oferta de participar en aquel juego, obviamente no gastaría su dinero mensual en esto, tenía mejores planes de inversiones para gastarlo, como en comida, porque ya llevaba como horas sin haber probado bocado y su estómago se lo hacia saber. Luego de escuchar esos gritos ambos miraron fijamente a la entrada, viendo como aquel rubio que ayudó entraba por esta alarmado. Luego de una breve explicación de que los elfos habían entrado en el territorio, ambos chicos salieron del lugar dejando al prota, que interpretó que debía seguirlos. . . no sin antes dar un pequeño vistazo a todo. Al no ver nada interesante, además de la vara que prefirió no volver a mirar por ahora, salió del lugar para encontrarse al Mago junto con el clemente frente a una puerta, donde se veían a los famosos “duendes”.

── ¡Protejan la puerta! ¡Todo el mundo en posición de defensa!, hay que impedir que los estúpidos elfos entren.

── ¡Dadnos la vara mendigos! ¡Le pertenece a nuestro reino!

── QUE OS FOLLEN ELFOS IDIOTAS. Rápido Clyde, ve a proteger la vara dentro, no dejes que pongan sus manos encima ni por un segundo.

── A sus ordenes mi capitán.

Humanos & Elfos ||South Park x Male!Reader||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora