Cuento de Hadas

79 8 3
                                        


☁️   ☁️   ☁️   ☁️   ☁️   🛫

Seguí como pude las largas zancadas de mi compañero mientras recorríamos los pasillos para empleados que nos llevarían al exterior.

Antes de alcanzar la salida escuché un sonido, que me resultaba familiar, proveniente de la zona de transito de pasajeros cercana.

Cuando me asomé, por una de las puertas que comunicaban  con el área restringida por la que nos movíamos,  vi a la misma niña de nuestro vuelo,  de nuevo llorando, mientras sus padres y un miembro de personal del aeropuerto trataba de calmarla.

A pesar de ya no era mi responsabilidad di un par de pasos en su dirección. La pequeña debió verme, porque su carita llorosa se iluminó y comenzó a tirar de la manga de su mamá mientras señalaba en mi dirección.

Aunque lo último que deseaba era alejarme de Pree decidí hacerme cargo. No solo porque causaría una buena impresión, si no porque volvería a encontrarlos cuando su viaje se reanudara.

Me giré para disculparme con mi compañero y vi que Pent había llegado a su lado.

-Podeis ir al Hotel, después tomaré un taxi yo mismo.

Giré sobre mis talones sin esperar respuesta y me dirigí a la familia.

La niña me hizo un pequeño saludo y me contó qué le sucedía sin darme tiempo a preguntar.

-Mi corazón -Dijo -mi globo de corazón se ha quedado en el avion, Phi.

Busqué de nuevo en el bolsillo del uniforme,  aun sabiendo que era inutil. Ya era raro llevar un globo, dos era una quimera.

Me apenaba ver aquella linda carita llena de lágrimas,  pero no sabía que  más hacer.

-No llores más -me sorprendió una voz aterciopelada detrás de mi -Phi Pree -dijo refiriéndose a si mismo - hablará con el personal de limpieza para que,  cuando retomemos el vuelo, puedas recuperarlo. Phi Pent te contará lo que le sucedió una vez en un vuelo a Europa -Pree guiñó un ojo a Pent y este respondió devolviendo el guiño. Ese gesto de complicidad hizo que mi estómago se apretara con fuerza, llevé mis manos ahí al tiempo que Pree señalaba en mi dirección -Phi Boo irá a buscar algo bonito para ti.

Agradecí, en silencio, que ambos se hubieran quedado conmigo y me encaminé a las tiendas del duty free.

No sabía que podría gustarle a una niña que, por como se comportaba, no debía carecer de nada. Pasé por varias tiendas de comestibles, donde se exponían desde lo más común a lo más exótico, sin ver algo adecuado. Los juguetes de las tienda de regalos estaban lejos de mi presupuesto. 

Por casualidad vi, en una floristería,  un pequeño oso de felpa, blanco con un corazón rojo en sus  manos. Era de esos adornos que se ponían en los ramos de flores, por lo que,  suponía,  su coste no sería excesivo.

Con el descuento corporativo,  y sin impuestos, costó 50 bath, que no era demasiado. Pagué y rápidamente volví donde me esperaba la nenita.

Antes de llegar vi a Pree charlando con los padres mientras Pent, agachado a la altura de la niña, parecía sostener una animada conversación con ella.

Me sentí turbado por la mirada apreciativa que me lanzó el mayor y que acompañaba a la esperanzada  y curiosa de la niña.

Le tendí el muñeco con cierta duda, pero la pequeña lo tomó en su mano,  abrazó mis piernas un segundo, se recompuso, me agradeció con dulzura y corrió los pocos pasos que la separaban de su familia para mostrárselo a su mamá.

Los tres adultos le sonrieron aliviados y recibí, de nuevo,  un saludo de agradecimiento.

Devolví el gesto para iniciar la despedida, Pree también echó a andar hacia la salida.  Sólo Pent se acercó a la niña y acarició con un dedo el corazón rojo del muñeco.

-Espero que el lindo regalo y el lindo Bo no te hagan olvidar que serás mi novia cuando crezcas.- la risa burbujeó en la garganta de la chiquilla mientras negaba con la cabeza. -¿no? ¿No quieres un novio como yo?

-No, yo quiero un príncipe.
-Y, ¿Yo  no soy un príncipe?
-No, tu eres...-lo observaba con el ceño fruncido- ¡eres un dragón!

Pent soltó una risotada mientras la niña señalaba en nuestra dirección.

-Entonces ¿Quién es un príncipe?

-Phi Pree es un príncipe, Phi Bo un precioso princeso y yo una princesita. -dijo con naturalidad

-Puedes quedarte a tu príncipe,  porque este dragón ya se marcha y se va a comer al bonito princeso.

No debería haber escuchado eso, sentí calor recorrerme y las mejillas ardiendo  mientras pensaba lo lejos que  ese "comer" estaba de lo que había entendido la inocente niña.

☁️   ☁️   ☁️   ☁️   ☁️   🛬

Air Crush (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora