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Un pequeño niño de ojos azules se despertaba en su cama como todos los días. Sentía con el frio entraba por su ventana haciendo que temblara levemente. Se levantó oyendo los gritos de sus padres y varias cosas cayéndose al suelo, ya era una costumbre allí.

Se sentó otros vez en su cama cuando de pronto oyó como su puerta se abría, era su hermano mayor.

- otra vez se están peleando, esto es tu puta culpa.

Aquel pequeño niño solamente podia llorar ante las palabras y acciones de su hermano, el siempre le había echado la culpa de todo por que decir que antes de que el naciera todo estaba bien y que cuando nació empezaron los problemas, así que aquel pequeño niño tenía que pagarlo todo.

Sus padres no les hacian ni puto caso, empezaron a pelearse por tonterías y desde allí todo a sido violencia constante, despidieron a su padre del trabajo y empezó a beber, su madre obviamente se enfado mucho con el y ahora estaban peor que nunca, llegando a agredirse físicamente, cosa que afecta tanto al pequeño como a su hermano.

Su hermano lo pagaba todo con el ya que estaba convencido de que era su culpa, y se lo recordaba cada vez que podía, le insultaba, le empujaba, y así pasado unos meses, hasta que todo explotó.

Su madre se fue de cada definitivamente, el niño observo desde las escaleras como su madre con una maleta cerraba la puerta bruscamente, su padre pego un puñetazo a la pared de la rabia y empezó a beber tirándose al sofá, subió las escaleras llorando sin creer que su madre lo había abandonado allí.

Desde ese día todo era peor, habían pasado meses y aquel niño tuvo que aprender a cocinar para darle de comer a su padre y su hermano, también hacia algunas tareas de la casa, lo que podía, sabía que de ser por su padre estarian muertos de hambre.

Su hermano no dejó de culparle, el se sentía mal, no sabía si realmente todo era su culpa pero se sentía muy vacío, sentía que se lo merecía y que era verdad cuando le decían que todo seria mejor si el no hubiera nacido.

Muchas veces cuando su hermano se aburría lo encerraba en su habitación a oscuras, el sabía que le tenía miedo a la oscuridad así que solamente lo dejaba allí, pidiendo que alguien lo saque, pero nunca ahí nadie, algunas veces se había tirado encerrado más de un día, muriéndose de hambre, lo único que tenía para alumbrar era una pequeña linterna, intentan dormír para que el tiempo pasará rápido y algunas veces lo conseguía.

Lo único que le hacia feliz era un cuento que guardaba en su cuarto, este cuento era uno para niños y lo leía para entretenerse, trataba sobre un circo, el personaje principal era un payaso muy querido y feliz, se llaman pogo, aquel payaso era tan divertido y lo queria todo el mundo, el queria ser como pogo, sonreir, ser feliz, pero el no era así, y cada vez que leía ese cuento volvía a tener esa pequeña sensación en su cuerpo, esa sensación que no sabía explicar pero era la mejor que había tenido nunca, lo leía cada vez que su hermano lo encerraba, horas y horas...

"killing machine" - gustabo garciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora