Dai Chuntao no era una persona a favor de los enfrentamientos y mucho menos de la violencia, dada su naturaleza tranquila. Pero en ese momento se encontraba a nada de cometer un crimen de odio.
¿Las víctimas? Sus vecinos del piso de arriba.
Subió el volumen de sus audífonos hasta un nivel altamente peligroso para sus tímpanos, pero prefería mil veces reventarlos a escuchar lo que seguía tras esas risas juguetonas. Dio una mirada al reloj de su computadora, era la una de la mañana y mientras que ella intentaba sucumbirse en terminar su ensayo para la clase del día siguiente. Sus vecinos parecían estar divirtiéndose demasiado.
Suspiró apoyando su cara entre sus manos. Antes creyó que ese par no podía ser peor, pero se había equivocado tanto.
Dai Chuntao se había mudado a ese departamento un año antes que ellos, viviendo en relativa paz teniendo problemas menores con los arrendadores de ambos departamentos en el piso por encima del suyo. Hasta que uno de ellos se desapareció y apareció el más molesto del par, el músico. No conocía su nombre, pero a juzgar su necesidad de tocar música a las benditas siete de la mañana, suponía que estudiaba o se dedicaba a la música.
Pero había otro problema con el músico: era demasiado apuesto y ardiente. Juraba que tenía una apariencia angelical, pero ningún ángel interrumpiría los sueños de una humilde mortal en un sábado a las siete de la mañana.
Lentamente comenzó a acostumbrarse a él, inconscientemente amoldando su rutina a la del músico.
Cuando el "baobao" (en ese momento no le había dado un apodo, así que le llamaría por el actual) apareció no le dio mucha importancia. El chico parecía estar fuera más de la mitad del día, y el resto probablemente lo usaba para dormir. Incluso llegó a sentir pena por él, sufriendo por como el músico no parecía tomar en cuenta que las paredes no eran a prueba de sonido.
Ja. Irónico como ahora le lanzaba maldiciones.
Tras que el baobao se mudo, hubo una temporada de relativa paz. Chuntao creyó que quizás el músico se había mudado, pero aún le veía entrar y salir del edificio cargando su mochila y en ocasiones con estuches de varios instrumentos. Creyó que el músico, aquel angel finalmente había tenido un momento de iluminación y se había dado cuenta de lo mal vecino que era.
Pero Chuntao cantó victoria muy pronto.
Ahora lo que le molestaba no era el sonido de una variedad de instrumentos musicales, sino el constante abrir y cerrar de puertas en plena madrugada junto con pasos de un lado a otro. Sin contar las molestas risas, y sonidos que hacían preguntarse a la chica si estaban grabando algún tipo de película para adultos.
Soltó un suspiro prometiendose que al día siguiente lucharía con su timidez para hablar con ambos chicos.
Dai Chuntao sentía que el destino se estaba burlando de ella. Que quizás en su vida pasada había causado algún holocausto como para tener tan mala suerte.
Hace tan solo un minuto había entrado al elevador del edificio, pero antes de que las puertas se cerrarán una mano se interpuso. Las puertas lentamente volvieron a abrirse, revelando a un par de hombres que fácilmente podían trabajar como modelos, y que si no fuera porque Dai sentía frustración contra ellos estaría babeando un poco.
El músico y baobao acababan de entrar al elevador, con sus manos unidas (como si necesitara otra confirmación que eran pareja). El baobao, aquel castaño con un rostro que le superaba en feminidad, sostenía en una de sus manos una bolsa de plástico con cajas dentro de esta. Desprendía un agradable aroma que no hizo más que abrirle el apetito. El azabache presionó el número del piso al que iban, y el elevador comenzó a moverse.
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Screen Love (Zhuiling)
Fanfiction[Número desconocido](19:05) espero que te pudras y retomes la materia con el profesor jiang (19:07) Hola disculpa, te equivocaste de número :) [Número desconocido](19:07) no eres Zhang Ranyu? (19:08) Definitivamente nope [Número desconocido](19:08)...