Final //

76 10 5
                                    

–Ese idiota– Murmuró mientras colocaba una rosas en un jarrón de cristal. Realmente creía que su plan funcionaría... no debió colocar sus esperanzas en él.

–¿De quién hablas, Min?– El nombrado intentó encontrar una excusa o una mentira blanca lo suficientemente creíble que le ayudase a salirse de ese enredo y lo más pronto posible para no delatarse a sí mismo.

–De mí– Ambos se giraron con asombro hasta quedar frente al dueño de esa voz.

Chenle creyó que su mundo se le vendría al piso cuando vió a Mark allí y con un hermoso ramo de Tulipanes, en ese momento no sabía si realmente quería verlo.

Jaemin sólo sonrió antes de ir con el abuelo de Zhong para contarle lo que acababa de suceder y así darles su espacio a los otros dos. Claro que no sabía que ese ramo pertenecía a la florería y que el anciano ya lo sabía.

–¿Conseguiste que te perdonen?– Se apresuró a preguntar.

–Algo así– Dudó unos segundos –Mis padres prometieron que ya no interferirán en mi vida y, aunque Haechan no me disculpó por desaparecer, logró comprender que nuestro compromiso no tenía un valor emocional que valiese la pena–

–Ese no era el objetivo que querías lograr con los Lirios, sin embargo– Expresó con angustia.

–Tengo uno nuevo, por eso traje estas flores: son para ti–

–¿Eso qué significa?– Preguntó con el temor entre sus huesos.

Sabía lo que transmitían aquellos requiebros, pero no lograba salir de su ensoñación: de un momento para otro se siente enamorado y lastimado, y luego esa persona especial vuelve con una declaración demasiado íntima para poderla rechazar ¿Debía confiar en él o quererse sólo a sí mismo? Sentía en cualquier momento se disolverá ante la mirada dulce del mayor.

–Significa exactamente lo que crees: quiero estar contigo y no volver a alejarme de ti, quiero que formemos una relación tan bella como la que tenían tus abuelos y que me permitas darte mi corazón cada día–

Mark acababa de decir exactamente lo que intentaba expresar su propia alma y con ello bastó para decidirse. Se lanzó a los brazos de éste con cuidado de no lastimar los Tulipanes.

–¿También me permitirías darte mi corazón cada día?–

–Me harías la persona más feliz del universo entero– Respondió antes de besar con suavidad los belfos del chino y alzarlo con emoción.

–El chiquillo es intenso, me agrada– Una voz externa hizo que se separaran y notatan un par de cabezas sobresaliendo por la puerta.

Ambos enamorados sentían sus mejillas rojas por la vergüenza de haber sido atrapados en medio de su declaración; pero ellos y aquel lugar serían testigos de muchas muestras de cariño más pues la Florería Zhong era su gran nido de amor, el punto donde éste floreció.

Wᥱᥣᥴomᥱ to Zhoᥒg Fᥣoᥕᥱr Shoρ

¡Bienvenido a la Florería Zhong!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora