TOXICO

Capítulo 5: ¡Esa voz!

No. No. No. No. Esto es una mentira. No. NO. PUEDE. SER. Me están mintiendo. Están enojados por haberlos dejado. Es su venganza. Pero ellos no son así. Ojala fueran así. Mi hermana. Mi hermosa hermana mayor. Por la cual me mataría. Protegerla era lo más importante. Cuidarla. Mi única hermana. La única que me entendía. Esta muerta. Ella no esta más.

- Hijo lo sentimos tanto - me dice mi papá. Apenas soy consiente de que he dejado de respirar.

- ¿Cómo? - le digo en forma de susurro, temo a la respuesta.

- Ella no era inmune - me dice mi papá apartando la mirada - ella murió al momento de que el virus llego aquí. No sufrió. Eso es lo único bueno.

- No es posible - le contesto - todos somos inmunes ella...

- Ella era más débil que nosotros - dice mi mamá respirando fuerte para poder tranquilizarse.

- ¿Por qué no me lo dijeron? - esto no tiene sentido.

- Hijo, creíamos que estabas muerto - me dice mi madre mientras toma mi rostro en sus manos - ¿Por qué no aparecías?

Miro sus rostros destrozados por recordar lo que le paso a Jade, no puedo mentirles más. Ellos acaban de recuperarme, me creían muerto. Les debo todo a ellos. Siempre me apoyaron, más mi papá.

- Aun no entiendo muy bien, pero Verónica me mintió y mintió aquí - les contesto con cierto dolor, confesarlo duele más de lo que me imaginaba - ella dijo que morí y cuando desperté, ni siquiera me confeso lo de traslado y me dijo que era imposible la comunicación.

Agacho la mirada. Me siento con mucha vergüenza y odio. Deje de pensar en mi verdadera familia. Los deje aun lado. Me deje engañar por Verónica. El que ama no miente y ella me mintió. Me mintió. Hizo creer a mi familia que me habían perdido. El dolor que habrán sentido no me lo quiero imaginar. Me volvería loco si perdiera mis únicos hijos. He dañado a mis papás. Soy un monstruo.

- Hijo no te ocultes - escucho que dice mi papá - te amamos y no tienes la culpa de que ella no te contara la verdad. Lo que importa es que estas aquí. Con nosotros.

- Así eso hijo, mi Alexander - me dice mi mamá y levanto el rostro - a Jade le encantaría verte así. Todo un hombre.

- Mamá. Papá. Los amo - les digo mientras los abrazo como si desaparecieran si los suelto.

- Ejem - se escucha al fondo del cuarto.

Levanto la vista, pero sin dejar de abrazar a mis papás. Ahí esta el sujeto que vi por primera vez en la pantallas. Mmmmm se llama Rodrigo. Es sin duda es alto. Aunque no tan alto, ha de medir lo mismo que yo. Tiene ojos azules impactantes. Cuando lo vi por la pantalla no lo mire bien. Su cabello es oscuro, casi azabache. Tiene una postura fuerte, pero sus ojos muestran amabilidad.

- Ejem - vuelve a decir y mis padres me dejan, yo los miro con duda.

- Tenemos que irnos hijo - me dice mi mamá - pero pronto nos veremos de nuevo.

- ¿Pero ... -

- Tenemos que ir a trabajar, el General Castillo fue muy amable de comunicarnos de que estabas vivo y darnos un poco de tiempo para verte - me dice mi papá dándome palmadas en la espalda

- Señores Ángeles, tienen que regresar - escucho al tal Rodrigo - lo siento, pero en muy poco tiempo podrán estar con él.

- Gracias Rodrigo - le dice mi mamá - salúdame a tu prometida

- Con gusto señora - le dice Rodrigo, sonrojándose un poco.

- Nos vemos pronto hijo - me dice mi papá y se aleja junto con mi madre fuera de la habitación.