Athmhuintearas

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Alex

El día había sido abrumador, las ultimas semanas las pase movilizandome para todos los pueblos donde me requerían, era la tercera al mando después de Kara y aunque se suponía que antes debían acudir a Lena, ella solo estaba interesada en complacer los caprichos de Irma.

Mi hermana confiaba en mi para asuntos oficiales del reino y yo no la decepcionaría jamas lo haría, pero sin querer había estado descuidando de mi familia, al llegar a mis habitaciones Sam me esperaba con la pequeña Zafiro en brazos, Ruby dormía sobre el sofá que teníamos en la sala pues había llegado de sus entrenamientos completamente cansada, admire en silencio a mi pequeña Ruby acomodando su cabello tras la oreja antes de besar su frente para tomarla en brazos y llevarla a su alcoba, la arrope bien para que no tuviera frío, cuando salí a ver a Sam ella ya estaba acostando zafiro la mire recostar a nuestra bebe mientras me recargaba en la puerta, mi familia es perfecta, solo que mi familia también esta conformada por Kara, Mamá murio cuando huí para buscar a mi hermana adoptiva, y ahora era yo la encargada del reino, si bien era la mano derecha de Kara y aveces le ayudaba con sus labores.

Ella era quien se desvelaba y cuidaba de su pueblo, de nuestro pueblo, la había visto quedarse dormida sobre su escritorio babeando y roncando o dejando la mesa llena de pequeños platos de comida que apenas probaba, Kara prefería los postres y el cocinero bien lo sabia por eso gran parte de los platillos eran cosas dulces.

Suspirando me fui a refugiar a mi pequeño despacho, estaba sacando algunos pergaminos e iba a preparar la tinta para redactar algunos tratados y propuestas cuando dos toques en mi puerta llamaron mi atención, Sam me miraba sonriente desde la puerta.

S.- Buenas noches Comandante Suprema... Estoy aquí buscando a mi esposa, a pasado varias noches trabajando hasta muy tarde y no sabe cuanto la extraño...

Mi preciosa esposa me miraba deseosa, al entrar cerro la puerta con llave y conforme avanzaba al escritorio comenzó a desatar su blusón, sus senos quedaban al aire y note como que pusieron duros ante el frío de mi despacho.

La palabra preciosa se queda corta para  describir a la mujer que se encuentra delante mío, hacía semanas que no estamos juntas de manera sexual, mi corazón y mi cuerpo temblaron ala par que mi piel se erizaba, heche un poco la silla hacia atrás para darle espacio.

A.- Su esposa tiene mucho trabajo que hacer y mas ahora... Recuerde que el dia de mañana es el Solsticio de Rao, La Reina Kara y Lady Luthor, necesitaran que todo salga como es debido, es el primer aniversario de la creación de nuestro pueblo, y necesito que su esposa se encargue de la seguridad, pero desde del día de mañana le prometo que le dejare pasar mas tiempo con usted y sus hijas...

Adquirí el papel que Sam me había dado, la firme comandante y ella la sexy esposa que pedía mas tiempo con su amada, el brillo en sus ojos me aseguro que estaba disfrutado este gran espectáculo.

S.- Oh comandante pero de verdad necesito a mi mujer... Hace semanas que no me toca... Que no me hace el amor... Que no grito su nombre mientras somos una sola alma...

Las manos de Sam acariciaron sus pezones causando un suave gemido que erizó mi piel, logrando que un gran escalofrío recorriera desde mi nuca hasta el final de mi espalda, extendiendo un calor que se alojó en mis testículos e hizo reaccionar a mi pene.

A.- Señora mia.. Aunque su esposa este ocupada ella debe saber que tiene la obligación de cumplir con sus deberes maritales, ya que de no ser así, yo La Comandante Suprema estoy en deber de satisfacerla completamente...

Atraje a Sam hasta lograr situarla frente a mi, retire su camisón por completo dejándome ver su cuerpo desnudo, me levante y con suavidad la cargué para dejarla sentada en mi escritorio, baje mi mano tocando entre sus piernas notando la humedad que le empapaba por completo, abrió un poco mas sus piernas ofreciéndome ver y sentir su mojado sexo, mi mano resbalaba mientras acariciaba su clítoris, me acerque hasta dejar un camino de besos por su cuello, subiendo hasta llegar a sus labios, no me eh dado cuenta de cuanto la eh extrañado hasta ahora que hasta el separarme de ella para tomar aire me parece tortuoso dejar de besarla.

Caballero   SuperCorp (GIP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora