ERES TAN DULCE_[ERERI] ✓

CAPITULO IV (¿SEXO O AMOR?)

(Siguió sacando y metiendo sus dedos, hasta tocar el punto G del mayor, haciendo que gimiera de placer).

CONTINUACIÓN...

Comencé a tocar más ese punto, el cual veía que le excitaba demasiado al señor Ackerman.

-M...e...telo...imbécil, ngh!-

-De acuerdo lo haré- dijo mientras se preparaba para entrar.

Comenzó a introducir su gran miembro en la entrada del mayor, cuando ya estuvo lo suficientemente dentro del mayor comenzó dando pequeñas embestidas.

-Ah-ah-ah!, un poco más- suplico el mayor para ordenarle a Eren que fuera más rápido.

Al caso de unos segundos comenzó a dar fuertes embestidas, provocándole más y más placer al mayor.

-Mmph, ngh!- gemía sin parar, pidiendo más. Al cabo de unos minutos ambos llegamos al orgasmo. Quedando exhaustos uno del lado del otro.

Cuando ya estuvimos lo suficientemente recuperados, comenzamos a vestirnos, no quería que nadie nos viera de esta manera. Ambos nos dirigimos hasta una esquina sin dirigirnos la palabra y esperamos a que alguien nos sacará pronto, el ambiente se estaba poniendo algo tenso e incómodo, después de lo que hicimos a quien no le daría vergüenza.

-Señor- dije para luego voltear a mirarlo.

-¿Qué diablos quieres?- contesto de manera fría y distante, típico de él.

-Perdón de nuevo- supliqué para que no me asesinara en ese momento.

-¡TSK!, eres un tremendo imbécil- dijo sin quitar la mirada de alguna de las paredes del ascensor.

Pude notar que estaba más rojo que un tomate, no pude evitar reír ante tal reacción.

-Pude ver qué lo disfruto señor- dije para luego reír sarcásticamente.

-¡CÁLLATE IDIOTA!-

Comencé a acercarme a él y le Susurré.-¿Quiere repetir?-

-NO-

-¿Seguro?-

-¡POR SUPUESTO, AHORA APÁRTATE! pude sentir que mis mejillas ardían, sin más traté de mirar a otro lado para que no lo notara. Pero al parecer se percató.

-Es muy frío, pero por dentro es muy dulce-

-¡CALLATE!, eso es mentira-

-Si claro- dije para luego acercarme a él.

POV LEVI

Estaba a punto de agonizar ante tal humillación cuando de pronto sentí como tomó mi mentón y me besó. Aquello era muy tierno, sentía una calidez que nunca había experimentado, quería tenerlo junto a mí para siempre. Traté de apartarlo cuando dió más profundidad a aquel beso que pronto se convirtió en una guerra, nuestras lenguas chocaban una con otra haciendo sentir placer. Mi cuerpo comenzaba a calentarse de nuevo cuando se escucharon unas voces, parecían ser los de seguridad, al fin se habían percatado de que habíamos estado ahí hace mucho.

-¡ENANO, TE ENCUENTRAS BIEN!- Se escuchó una mujer gritando a todo pulmón arriba en el pasillo.

-¡Maldita mujer!- Susurré para después gritar.

-¡CÁLLATE IDIOTA, CUATRO OJOS, ESTOY BIEN!- Dijo mientras se levantaba de su lugar y se ponía de pie.

-Levantate, y que no se te vaya a ocurrir decir nada de lo que acaba de suceder, o tendrás muchos problemas en el futuro, entendido Jaeger- dijo para luego ser sacado por los guardias de seguridad.

-S-si- la verdad no tenía idea si esto sólo había sido sexo o amor, creo que comenzaba a enamorarme del señor Ackerman y no me percataba de ello.

Ya arriba, me dirigía hasta mi despacho cuando una mujer de cabello negro y lentes comenzó a gritar por todo el pasillo, ¿Quién diablos era?.

-ENANO, TE EXTRAÑÉ- Gritaba mientras se dirigía con lágrimas en los ojos hasta el despacho de Levi. abrío la puerta de golpe haciendo que el mayor se exaltara de repente.

-QUE DEMONIOS!!...-

-ENANO- Dijo mientras tomaba a Levi y lo comenzaba a abrazar fuertemente.

-Me matarás hija de puta- dije sin aliento.

-L-lo siento- comenzó a bajarlo con cuidado.

-Asi que regresaste, eh!- decía mientras se acomodaba el saco de su traje.

-Siiiiiiiiiiii-

-No cabe duda de que eres una maniática-

-JAJAJA!, así me quieres-

-YO QUERERTE?, SI CLARO-

MIENTRAS TANTO...

POV EREN

-¿Por qué no logro concentrarme?-

Eren se encontraba sentado en un pequeño sillón que se encontraba al lado de una grande ventana, revisaba unos documentos, pero por alguna razón no lograba prestar atención. Sin más salió de su despacho y se dirigió hasta la puerta de su jefe, estaba a punto de tocar cuando por alguna razón se detuvo, no tenía el valor suficiente para hablar con él, mucho menos mirarlo a los ojos.

Se dirigió hasta el ascensor y bajo al primer piso, ya ahí se encontró con Mikasa, quién le comenzó a contar lo sucedido.

-No sé que hacer-

-Oye, cálmate, respira, relájate-

-No puedo-

-Debes ir, y decirle lo que realmente quieres y sientes por él, si te rechaza, al menos lo intentaste-

-De acuerdo-

-¡Suerte!- dijo mientras se retiraba a su despacho.

Llegó hasta el despacho del mayor y tocó la puerta.

-Adelante-

Entre y pude observar que todo se encontraba igual que la última vez, ordenado y limpio.

-Necesitas algo?-

-Si-

Comencé a acercarme a él, lo tomé del mentón y pose mis labios sobre los suyos, todo comenzó con un beso suave y delicado que de pronto se convirtió en uno salvaje y sediento de placer.

-¡Maldito!-

-Le encanta no es así?- dije mientras lo tomaba y lo volvía a besar-

Ese día volvimos a tener sexo.