Había llegado el invierno y por alguna razón yo me encontraba sin trabajo, no después de que me acostara con la hija de mi jefe, aunque al decir verdad lo disfruté y mucho.
-Maldita sea, odio está estación, hace mucho frío- murmuró para luego contemplar las largas e inmensas calles de New York. Está estación hacía que todas las personas se refugiaran en sus casitas, mientras la nieve caía inmensamente en cada parte de la ciudad, los pequeños salían de vez en cuando a hacer muñecos de nieve, mientras jugaban como grandes guerreros en batalla.
Mientras caminaba trataba de recordar mi pasado, mis amigos, mis padres, abuelos, tíos. Me sentía extrañamente triste, de alguna manera u otra necesitaba volver a reunirme con ellos, disfrutar de la buena vida y las largas pláticas.
Me dispuse a seguir contemplado el panorama hasta que un extraño sonido me distrajo, al parecer era un número extraño, decidí no prestar importancia y apague mi teléfono. Me senté debajo de un pequeño árbol, mientras me maldecía a mi mismo por haber abandonado a todos.
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Llegué a mi pequeño apartamento dispuesto a tomar una refrescante ducha, comencé a desvestirme delicadamente, mientras me miraba al espejo, al parecer ya no solía ser el auténtico Eren que era antes.
Me metí a la regadera, abrí el grifo y dejé caer suavemente el agua caliente sobre mí, de alguna forma u otra hacía que todas mis preocupaciones se esfumaran. Salí y comenzaba a vestirme cuando por alguna razón u otra el teléfono volvió a sonar. Sin más lo atendí al parecer era Mikasa, una gran amiga de la infancia, aquella gran chica de un temperamento terrible, pero a la vez amorosa y demasiado lista.INICIO DE LA LLAMADA
-¡MIKASA!- Me sobresalte al escuchar su hermosa voz del otro lado de la línea.
-Hola Eren, ¿Cómo estás?-
-Muy bien creo- dije un poco decepcionado, ya que al parecer las cosas no iban del todo bien para mí.
-Levanta tu ánimo, tengo una gran propuesta de trabajo para ti-
-Dime- tan emocionado estaba que sin querer dejé caer la toalla de baño que sujetaba mi cintura -Maldición- pensé para después observar que nadie me hubiera visto, sin querer dejé abierta una ventana (Una ventana muy grande).
Volví a tomar el teléfono, y escuché que MIKASA no dejaba de hablar.
-Entonces, ¿aceptas?- dijo MIKASA con un gran sentido del humor.
-¿Aceptar qué?- dije mientras fruncía el ceño.
-EREN, deja de bromear, te enviaré la dirección por mensaje, más te vale llegar puntual-.
FIN DE LA LLAMADA
La verdad no había puesto ni una pizca de atención, si no hubiera sido por culpa de la toalla de baño, esto no habría sucedido.
Estaba a punto de cerrar la ventana cuando vibro mi teléfono.
MIKASA: Calle montés Avilés, número 530, a las 8:00.
No olvides llegar puntual.Sin más me deje caer en la recámara dispuesto a tomar una siesta cuando escuché algo del otro lado del apartamento.
-¡ERES MUY SEXI VECINO!- gritaba una mujer al otro lado, mostrando en sus manos lo que parecía ser un teléfono.
-¡MALDITA SEA VIEJA IDIOTA, SERÁ MEJOR QUE LA ELIMINES ANTES DE QUE TE ARRANQUE LOS OJOS!- grité para luego dirigirme a ella con una mirada asesina.
-DE ACUERDO, QUE CARÁCTER...- dijo para luego adentrarse en su apartamento.
-Maldita mujer- Susurré para luego tumbarme en mi cama y quedarme profundamente dormido.
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ENTREVISTA PARTE IDesperté sin ganas de nada, prendí mi teléfono y pude observar que ya eran las 7:30, tenía 5 llamadas pérdidas de Mikasa al parecer hoy terminaría sin testículos.
Me apresuré lo más rápido que pude, me bañé rápidamente, me coloqué el primer traje que encontré, al menos lo había planchado, desayuné rápidamente y salí corriendo a toda velocidad.
-Maldición estúpido despertador- seguí corriendo, tome un taxi y me dirigí a la dirección indicada por Mikasa, al parecer iba a llegar a tiempo.
Cuando llegue salí corriendo, a lo lejos pude divisar a una mujer muy guapa, alta y formal.
-¡MIKASA!- grité para después detenerme repentinamente. Ella me miraba de una forma asesina, -Ahora sí estoy frito, fue un gusto haber vivido muchos años y gracias a ti dios por brindarme este sexi cuerpecito- dije para luego acercarme lentamente hacia ella.
-Maldita sea Eren, te dije T-E-M-P-R-A-N-O, que parte de está palabra no te queda claro-.
-Lo siento al parecer él despertador se descompuso- dije un poco tímido.
-De acuerdo, sólo por está vez intentaré no asesinarte, entremos- dijo para luego indicarme que la siguiera.
Nos adentramos a las grandes instalaciones de la empresa, pude observar que todo mundo se encontraba trabajando, más que obvio, grandes oficinas, un gran comedor por la parte derecha, una gran sala de reuniones, al parecer la primera del piso, me imagino que habrá muchas más, me dediqué a contemplar que todos hacían un pequeño esfuerzo por hacer el trabajo bien, mientras transitaba de un lugar a a otro.
Llegamos a la recepción donde una chica alta de cabello rubio, muy guapa nos indicó el paso a la oficina del gran empresario, la verdad es que tenía un poco de nervios, que tal y si no lograba impresionarlo, bueno al menos lo intentaría. Estaba tan enfocado en mis pensamientos que no me había percatado de que Mikasa estaba hablándome hace un par de minutos.
-Hey Eren, ¿Estás bien?- me dijo en tono preocupada, me había quedado en shock por un momento.
-¿Qué pasa?- dije mientras volteaba a mirarla a los ojos.
-Entra y comportate, éxito- dijo para luego despedirse de mí con una pequeña palmada en mi hombro.
Toque la puerta, seguido de esto se escuchó un -Adelante-, me adentré a aquella oficina, un tanto silenciosa. Pude divisar que se encontraba en perfectas condiciones, todo perfectamente acomodado, los libros en perfecto estado, una pequeña repisa al lado de un grande florero, al parecer todo estaba perfectamente ordenado y muy limpio.
-¿Terminaste?- se escuchó una voz del otro lado del despacho.
-E-Eh, lo siento- sentía nervios en ese mismo instante.
-Toma asiento- dijo mientras ojeaba algunas hojas que tenía a su costado. -¿Qué sabes hacer?-, preguntó para luego mirarme de manera fría y distante.
------------------------------------------------------(Les comparto a la sexi Mikasa)
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ERES TAN DULCE_[ERERI] ✓
RomanceEren Jaeger, un chico desempleado, un día recibe una extraña llamada de su amiga de la infancia, Mikasa, donde le ofrece un trabajo vacante, en la más grande empresa de New York. ¿Aceptará?, ¿Cuáles son sus propósitos?, ¿A caso se enamorará del gran...