⇝ Día Cinco

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-¿Qué haces cerebrito?- pregunto mientras yo estaba parada mirando por la ventana de mi habitación con una taza de café en mis manos. Los recuerdos de ese día en el que sentí los labios de Calum ir perfectamente junto con los míos mientras el sabor a menta me invadía no dejaban de reproducirse en mi mente. -Uhm... ¿Qué? Nada,  nada... ¿Tú que hacías? Hace un buen rato no te veía rondar por la casa...- susurre lo último. Camine unos pasos y me senté en la silla del escritorio dejando la taza de café en este. -¿Te sientes bien Rosie?- pregunto. Solo me limite a asentir. -Vamos... Te conozco, ¿Qué ocurre?- pregunto insistiendo. -Nada, solo recordaba momentos lindos...- sonreí. No pude evitar dirigir mis ojos hacia su boca que se movía lentamente, este chico era adicto a mascar. -¿Qué recuerdos?- dijo y se recostó en mi cama. -Eh... Nada, los primeros días que estuve acá, en eso pensaba... Mierda Cal, eras como un grano en el culo.- solté mientras bufaba y sus labios dejaron escapar una enorme carcajada. -Rosie... Esos modales.- susurro. -Vete al coño...- susurre y volvió a reír. -Mejor no hablemos de esos días... Explícame una cosa Rosie, ¿Por qué Paul?- pregunto. Me imagine de todo en esa situación, menos él preguntándome por Paul. -Ya te he dicho varias veces Calum, él y yo no somos nada, solo... Digamos que tenemos conexión, uhm... Como decirlo... Conexión sexual.- finalice. Sus ojos parecían que iban a salirse de su rostro y había dejado de mascar. Era serio. -¿Me estás diciendo que tu y el patán ese han follado?- pregunto seco y acercándose a mi. -Vaya manera de decirlo...- 

Si las miradas pudieran hablar, él ya me habría dicho la mayor cantidad de blasfemias del mundo. Se dio la vuelta y cerró con un golpazo horrible la puerta de mi habitación. Salte de mi lugar y fui detrás de él.  

-¡¿SE PUEDE SABER QUE DEMONIOS TE OCURRE IMBÉCIL?!- grite mientras corría detrás de el por las escaleras. -¡¿QUÉ ME OCURRE?! OCURRE QUE ERES UNA MALDITA ZORRA!- grito mientras llegaba a la puerta de entrada. Mi mano rodeo su brazo y mientras se volteaba mi otra mano se estampo directo en su mejilla. -¡VETE AL INFIERNO!- dije mientras lo empujaba y me iba de ese lugar. Corrí lejos. Solo yo sabía a dónde me dirigía. Pude escuchar los gritos de Calum de lejos, pero luego se fueron alejando.  

El móvil no dejaba de sonar y en la pantalla se leía "Calumnias". Decidí que iba a ser mejor si lo apagaba por un tiempo. Golpee la puerta de entrada y espere a que abriera.  

-Guapa... ¿Qué ocurre?- pregunto. Me largue a llorar, nunca lo había hecho frente a él, pero no me pude contener. -Calum es un jodido imbécil...- susurre. -¿Qué hizo?- pregunto firme mientras sus brazos me rodeaban. -No tiene importancia... Solo... No sabía dónde ir.- susurre mientras lo veía a los ojos. -Tranquila linda, pasa.- dijo y me acaricio la espalda. -Gracias Paul-.  

 
 

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JOder... SE que es jodidamente corto, pero, es que no tengo tiempo pero igual no dejo de pensar en la historia, así que intento subir <3.  

Guapas, les pido de alma y corazón que comenten... Es gratis <3.  

Saludos xx.

Pd: El guapísimo Paul en multimedia. 

✘ Chicle c.h. ✘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora