Como en casa. (2/2)

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Cuando finalmente llegó la hora de salida, Inuyasha se despidió rápidamente de sus amigos, los cuales se quedaron atónitos por la prisa del Hamasaki, sin embargo no le dieron tanta importancia ya que de seguro era algo importante, Inuyasha corría por las calles a toda velocidad hasta que de repente decidió parar en una tienda de sopa instantánea, así que se pidió un ramen instantáneo y uno para invitarle a su nuevo amigo. No sería adecuado para él ver a Sesshomaru sin comer mientras él comía a gusto, el problema era que no sabía si al hombre le gustaban los fideos o sopas instantáneas así que por lo tanto eligió la más deliciosa según muchos.

Cuando el vendedor terminó de calentar los dos potes de ramen Inuyasha le pagó y le agradeció para luego volver a correr para llegar a tiempo y evitar también que el ramen se enfriara, cuando llegó notó la presencia de Sesshomaru gracias a la luz dorada. Cuando llegó empezó a caminar tranquilamente y le dio una reverencia a su mayor, camino por el lago ya congelado nuevamente y sin nerviosismo como en el día anterior, Inuyasha a veces solía ser algo tímido y le sorprendía que esta vez no estuviera sintiendo timidez alguna y más ante un ser como Sesshomaru.

— Ten. — Le tendió el pote de ramen al mayor.

— ¿Qué es esto? — Examinó el pote sosteniéndolo con ambas manos.

— Es ramen. — Respondió como si fuera lo más obvio, sin embargo el mayor tenía un rostro confuso. — ¿Nunca has probado?

— Siendo honesto no, jovencito.

— Es delicioso. Prueba. — Ordenó mientras comía de su pote.

Sesshomaru con algo de desconfianza tomó los palillos para comer los fideos pero temia a que su madre tuviese razón con respecto a que los humanos tenían mil maneras de tenderles una trampa. Bueno, él sabía que eso era cierto pero ¿Podría haber algo peligroso en un pote de comida? Probablemente veneno, sin embargo su sentido del olfato le advertía que no había rastros de veneno en la comida, así que optó por soplar y probar, el sabor era exquisito, así que procedió a comer con más ganas, sin notar la mirada de Inuyasha.

— ¿Ves? Es delicioso.

— Bastante. — Dijo para terminar de comer. — Planeaba rechazarla pero decidí darle una oportunidad, esta comida humana es exquisita.

Inuyasha rió, a veces dudaba de la identidad de este hombre, no obstante moría por descubrir que clase de ser sobrenatural era, que así confirmaría la existencia de los seres fantásticos. Sintió su corazón latir fuertemente cada vez que admiraba la belleza del mayor, era un sentimiento cálido, similar al que sienten dos personas cuando se atraen.

— ¿Pasa algo?

— Eh... no, nada. Solo... quiero preguntarte otra cosa.

— Hazlo.

— Pues... ¿Cuantos años tienes?

Esa pregunta dejó sin palabras al mayor, su edad era parte de su identidad y si quería proteger lo único que quedaba de ella debía mentir, sabía que mentir le dejaba un sabor amargo en la boca que era disgustante como lo era la mentira realmente, debía hacerlo, por el bien de los suyos.

— Tengo veinte años.

— Vaya, lo había adivinado por tu apariencia, yo tengo quince.

— Eres un niño aún.

Inuyasha sonrió mientras reía, todo el mundo decía eso cada vez que lo conocían, es que en cierto modo lo era, un niño enamorado de un hombre guapo para sus ojos, admitía que Sesshomaru se había robado su corazón, ¿Pero este lo sabía? ¿Estaba consciente de ello? Por un lado creía que no ya que de seguro el mayor no era homosexual como él, además tal vez ni siquiera estaba interesado en tener pareja y mucho menos un chico. Así que simplemente ignoró todo lo que sintiese su corazón.
Ambos conversaron acerca de la vida de cada uno, había más gente como Sesshomaru, igual que con la petición anterior, le pidió al menor que no dijera nada con respecto a lo que hablaban, ni siqueira debía decirle a nadie que se conocían, Inuyasha siempre quiso saber el motivo pero era mejor no preguntarle hasta ganarse más confianza por parte de él. Y así fue con el paso de los días, se veían todas las tardes y aprovechando la oportunidad de no quedarse solo en las tardes pues los señores Hamasaki estaban en horario de trabajo a esas horas y regresaban a las ocho de la tarde, aunque siempre llegaba una hora antes para evitar tener problemas con sus papás.

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⏰ Última actualización: Feb 17, 2021 ⏰

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