Capítulo 16

719 99 12
                                    


Un canturreo detuvo sus pasos.

Bambam frunció su ceño ante semejante sonido que nada tenía que ver con un aullido de señal ni una charla entre personas normales. Youngjae venía a la cabeza del grupo, la división 107 rodeando a un hombre de lo más... ni siquiera podía darle un nombre a lo que era ese Omega de cabellos rojos, el cual parecía sacar melodías con su boca. Para ser un prisionero, estaba de lo más relajado, con sus grilletes en las manos.

Dejó esas observaciones para sonreír a Youngjae, quien corrió a abrazarle justo como lo había hecho Seulgi, revisándolo de nuevo y dando gracias que estuviera sin ninguna herida ni tampoco torturado como pensaban que le había sucedido.

-No vuelvas a ausentarte así, cachorro

-Procuraré no hacerlo, tío Youngjae

-¿Qué tal la caminata? -sonrió Seulgi, mirando al prisionero.

-Creo que es uno de esos casos en que el virus hizo trizas su cerebro. Ahora que tenemos cambio de planes, hay que desviarnos. Tomaremos el refugio de Jinyoung en el centro y bajaremos por el valle para acortar distancias. Sigue bloqueando la señal, pero me interesa primero encontrar a ese idiota antes que escuchar cualquier queja del Consejo

-Totalmente de acuerdo. Vamos, Bammie, debes estar hambriento. Hagamos una pausa para que coma, Youngjae

-Busquen un claro, haremos una pausa

-Qué bueno, ya me estaba cansando -se quejó Mark.

Comió aprisa para no tener más retrasos, hablando con Youngjae sobre el brazalete que Jinyoung le había dado, pero que no servía para localizarlo como había prometido.

-Oh, ese miserable. Quería asegurarse de que lo obedecieras, pero no que supieras donde estaba. Bueno, es una estrategia de protección segura, hasta que te puso demasiado estresado. Revertiré la señal en cuanto podamos llegar al refugio. Eso nos ayudará

-¿Él... estará bien?

-Por supuesto

-Si caminamos aprisa, podemos llegar antes de la siguiente nevada -anunció Seulgi.



🔹️💠🔹️



Los ojos curiosos del Omega, que tenían por prisionero, le siguieron, caminando hasta alcanzarle cuando hicieron dos filas por la senda más estrecha que tomaron.

-¿Así que tú eres Bambam?

No respondió.

-Yo soy Mark Tuan, un gusto

Siguió sin responder. Podía ser otro Omega, pero no iba a dirigirle la palabra.

-Ah, ya veo, el trato silencioso de los hombres rudos. También sé que debes estar impresionado de conocerme

Bambam bufó.

-Sí, acá con sus sectas de abejas no tienen cómo saber de mí, pero soy muy famoso en mis tierras, todos me adoran. Nadie puede resistirse a mis encantos

El joven peliblanco levantó su arma, haciendo sonar las cargas con una mirada de advertencia para que cerrara la boca de una buena vez.

Mark hizo una mueca, volviendo a canturrear. Por la expresión de todos, parecía que era algo a lo que ya se habían acostumbrado hace tiempo. Así fueron avanzando hasta ver esa casona de piedra a la que entraron. El frío ya los hacía tener vapor blanco frente a sus rostros.

Raindrops [Bnior/JJP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora