It All Started With A Visit To Gringotts

Capítulo 6: La reunión

Durante los siguientes minutos, Harry sostuvo al hombre, que había hecho de su existencia una pesadilla durante al menos siete años. Severus lloró como si nunca lo hubiera hecho y cuando no tuvo más lágrimas se dejó abrazar por aquellos brazos fuertes a su alrededor.

Sintió un peso como ningún otro alejarse de él, como si las nubes negras de su corazón se hubieran drenado de él. En el momento en que se sintió seguro, no quiso dejar los brazos que lo sujetaban.

El momento se rompió cuando Tibbs, el elfo doméstico de la directora -dijo-. Disculpe Lord Potter-Black y Profesor Snape. La directora los está esperando a ambos en su oficina y quiere saber si han terminado con su reunión ".

Snape miró a Harry con ojos suplicantes. "No puedo enfrentar a ese hombre, su retrato está ahí, no quiero verlo, no ahora".

Harry asintió con la cabeza, había olvidado que el retrato de Dumbledore estaría en la oficina de la directora. "Gracias Tibbs, ¿podría preguntarle a la directora si estaría bien si trasladamos la reunión a la Sala de Menesteres? Dígale que se lo explicaré más tarde".

Tibbs hizo una reverencia y desapareció.

Harry miró a Severus. "Deberías ir y refrescarte un poco. Realmente me gustaría que estuvieras en esta reunión. Te esperaré aquí".

Severus asintió y salió por una puerta hacia la parte trasera de su oficina que Harry asumió que conducía a sus habitaciones personales.

Tibbs regresó en breve. "La directora dijo que ella y el profesor Flitwick se encontrarán con usted en el séptimo piso."

-"Gracias. ¿Podrías hacerme un favor y arreglar la Sala como una especie de sala común con cuatro sillones cómodos y posiblemente algo de té? Estaremos allí por un tiempo."

-"Por supuesto, siempre es un placer servirle joven amo."

Tibbs se fue una vez más y Severus entró en la habitación, luciendo como siempre lo hacía con una máscara estoica como si la última media hora no hubiera sucedido.

-"Potter, si alguna vez le dices a alguien..." comenzó.

Harry levantó la mano y silenció al hombre. "Severus, lo que pasó aquí, se queda aquí, nunca lo mencionaré." Severus asintió con la cabeza sabiendo que Harry mantendría su palabra como lo hizo cuando miró en su pensadero.

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Los dos hombres caminaron silenciosamente hacia el corredor del séptimo piso donde la directora y el pequeño maestro de encantamientos estaban esperando. Minerva echó un vistazo a Severus y supo que algo andaba mal y decidió que debía hablar con el joven profesor más tarde esa noche.

-"¿Espero que no hayan esperado mucho?" Harry dijo cortésmente.

-"No, acabamos de llegar."

-"Bien, estoy seguro de que Tibbs tiene todo arreglado."

Harry abrió la puerta y apareció una habitación cálida que parecía una versión más pequeña y cómoda de la sala común de Gryffindor. Había cuatro sillones dispuestos frente a una chimenea y una mesita con un servicio de té en el medio; a un lado había una mesita con un decantador de vino, una botella de whisky de fuego y algunas copas. Harry sonrió, era como volver a casa.

Harry pasó los siguientes cuarenta y cinco minutos contándoles a los tres profesores sobre su día y todo lo que le dijeron los goblins. Minerva McGonagall tuvo que ser detenida tres veces para que no subiera a destruir el retrato de Dumbledore. Severus sonrió (y estaba saltando de alegría internamente) y tanto Minerva como Flitwick se pusieron de pie y gritaron con incredulidad cuando les habló de Ginny y los Weasley.