Capítulo 1

2.1K 156 389
                                    

Estaba nevando.

Ray se dio cuenta, se paró de su cama, se cambió y se abrigó muy bien para poder salir de su casa.

Le mando mensaje a sus amigos, para poder verse en un lugar del pueblo.

El amaba la época donde caía nieve, amaba jugar con sus amigos en ella, hacer ángeles de nieve, crear muñecos de nieve.

Y lo mejor. Las guerras de bolas de nieve.

Amaba jugar a ese juego con sus amigos y también se unían los niños del pueblo a jugar.

Todo el pueblo era muy unido, todos se conocían, cuando había algún problema todos intentaban ayudar, todos eran familia.

Ray bajó a la cocina, donde su madre se encontraba horneando unos panecillos.

Su madre era panadera. Su familia se dedicaba a la repostería.

—buenos días mamá—dijo el chico con una bella sonrisa—quería pedirte permiso de salir a jugar con mis amigos.

—buenos días Ray—dijo la mujer limpiándose la harina que tenía en las manos—te dejo ir solo si me ayudas a meter los panecillos al horno.

—claro que si—el chico agarro la bandeja donde se encontraban los panecillos y los metió al horno—listo!

—muy bien mi niño—dijo la mujer—

El chico estaba apunto de irse, pero su madre lo detuvo.

—aún no te irás cariños—dijo la madre riendo un poco—tienes que desayunar pequeño.

—mamá, ya no me digas pequeño, ya tengo 15 años—dijo el chico haciendo un puchero—

—para mí aún eres mi pequeño—dijo la mujer de nombre Isabella—siéntate, hice panqueques, tus favoritos.

Al chico se le iluminaron los ojos solo de escuchar la palabra "panqueques"

Algo que a Ray le gustará más que la época donde se presenta la nieve en su pueblo, son los panqueques.

Desde que Ray tiene memoria, él recuerda que su mamá siempre le hacía unos ricos y delicioso panqueques.

—gracias mami—dijo el chico y después se sentó a comer sus panqueques junto a su madre—

Comieron tranquilos.

Y por fin habían terminado de comer los deliciosos panqueques que Isabella le hizo a su querido y hermoso hijo.

—gracias por los panqueques—dijo el chico depositando un beso en la mejilla de su madre—ahora iré a jugar con mis amigos.

—ten cuidado, no regreses tarde—dijo la mujer—

Y el chico se volvió a abrigar bien, y salió de su linda casa.

El chico iba caminando mientras veía como sus pasos se quedaban grabados en la nieve que se encontraba en el suelo.

Siguió caminando hasta llegar al lugar donde se encontraban ya sus amigos.

—Ray!—dijo una chica corriendo hacia Ray y abrazarlo—tardaste mucho!

—Gillian—dijo correspondiendo el abrazo—perdón por tardar, pero es que mi mamá hizo panqueques y yo no podría decirle que no a mi madre y mucho menos no a los panqueques.

—está bien—dejo de abrazarlo—te estábamos esperando para iniciar.

—lo siento, pero ya estoy aquí—dijo con una sonrisa que iluminaría la oscuridad en una noche de tinieblas—iniciemos.

Copo de nieve (noray)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora