Capitulo 9

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Con cuidado salió por la ventana, cayó en la nieve, así que amortizó su caída, con cuidado se alejó de su casa.

Se aseguró de que nadie lo viera o lo siguiera.

Pero no se percató que alguien lo estaba siguiendo.

Empezó a correr, quería llegar ya a esa cabaña.

Al llegar a la montaña, le empezó a dar más frío, ya que por obvias razones iba a hacer mucho más frío allá arriba que abajo en el pueblo, pasó por unos enormes pinos, tan grandes como las mismísimas montañas, había animales al rededor, muy lindos.

Él sentía que alguien o algo lo observaba, pero lo dejo pasar por que estaba más emocionado y entusiasmado por llegar a su destino.

Se sentía orgulloso por que ya sabía el camino, pero le entro un poco de culpa por que sabe que sé escapó de su casa.

                                           [.....]

No tardo mucho en llegar a esa cabaña, estaba literalmente a unos metros de ahí, empezó a correr hasta que por fin había llegado a la entrada, con entusiasmo tocó la puerta.

No tardo mucho en que esta fuera abierta por el dueño de la cabaña.

Era el, el albino.

—hola—saludo con nervios el albino, ya que sabía que tenia que ofrecer una disculpa—

—Norman, hola—saludó el pelinegro—

Se estuvieron viendo por unos segundos, muy largos para ambos.

—puedo pasar?—pregunto Ray ya que el chico aún seguía a fuera—tengo frío.

—oh, si, claro—el albino se apartó de la entrada para dejar que el pelinegro se adentrara en la cabaña—

Y así lo hizo, Ray entró a la cabaña de Norman, el albino cerró la puerta, ahora los estaban adentro.

—lamentó llegar tarde—dijo mientras se quitaba el gorro—me surgieron unos asuntos, ya sabes, cosas de adolescentes.

—tu madre?—pregunto Norman mientras iba caminando a la cocina—

Ray se le quedó observando y rio. —si, mi madre—

El albino empezó a calentar la comida, por obvias razones estaba fría.

—quiere ayuda?—pregunto Ray mientras se acercaba  a la cocina—

Norman lo miro.

—podrías poner los cubiertos en la mesa—contesto—

Ray agarro los cubiertos y los acomodo en la mesa, la comida no tardo mucho en ser calentada y servida.

Ahora los dos jóvenes estaban juntos, sentados en la mesa sin nada de conversación.

Norman estaba pensando la manera más buena en pedirle disculpas al chico, ya que lo había tratado mal el otro día.

Y Ray estaba pensando en lo que sus amigos le habían comentado, él no creía que el chico que estaba sentado en frente de él fuera un espíritu.

Copo de nieve (noray)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora