Me asomo por la ventana intentando captar algo, intentando así sea ver una letra, un número, alguna mierda que me ayude a descifrar el gran enigma. Solo está ella, un tipo de casi 2 metros y un chico demasiado delgado como para sostenerse de manera correcta.
Estoy aquí con el objetivo de entrar sin que me vean, para buscar en su computadora la clave del internet y volver a mi casa como si nada hubiera pasado.
Ok, es un plan un tanto estúpido pero... en mi defensa, estaba en una de esas conversaciones importantes con la chica que me gusta, cuando las 5 rayas simplemente desaparecieron y yo quedé con una cara de idiota sin entender por qué me habían sacado de la web. Algún día se iba a dar cuenta de que era un ladrón de wifi pero podría ser cualquiera menos este.
Atravesé su jardín con una escalera porque son casas contiguas y ahora me encuentro espiando lo que hacen.
Me centro nuevamente en las 3 personas, que ahora están jugando cartas y cuando bajo la cabeza para aguantar la risa que me produce el delgaducho que por poco no es aplastado por la gravedad, se oye una carcajada sonora seguida de un chillido seco.
Levanto mi rostro rápidamente, escondido detrás de la cortina, notando que María mi vecina y el hombre gigante están colocando unas esposas a el otro chico y tiene una cinta pegada en su boca.
Está bien... ya se está poniendo raro...
Estoy a un paso de marcharme cuando del bolsillo de la mujer sale un cuchillo afilado y brillante, que introduce muy despacio en el cuello del adolescente amarrado, mientras este no hace más que intentar gritar y soltarse.
Mierda, mierda, mierda.
Quiero correr aterrado, pero mis pies solo se quedan plantados en el mismo sitio presenciando la escena.
La que consideraba mi vecina saca el filo con rapidez, sonríe de manera triunfal y sin pensarlo dos veces lo entierra en la cabeza del hombre fornido que la estaba ayudando.
Tras asesina es una rata traicionera, ¡Dios, corre Liam!, ahora vienes tú.
Salgo del arbusto sin molestarme en mirar atrás y al sacar el zapato algo se rompe a mis pies.
¡Maldita suerte! —exclamo, giro la cabeza despacio y la rubia asesina cruza sus ojos oscuros con los mios, mientras empieza a atravesar el cuarto andando casi a 4 patas en mi dirección.
—¡Puta mierda! —grito, empezando a correr como nunca en mi vida lo había hecho, subo la pared magullando mis extremidades en el intento y cuando ya estoy a metros de mi casa me enredo con una cuerda.
Joder —Con mis dos manos, empiezo a soltar el nudo en mi pierna, al tiempo que la persona que me persigue, sube la reja de manera inhumana.
Es un maldito monstruo y viene a por mí.
Saco la navaja inglesa que me regaló mi tio de cumpleaños y sin pensarlo más, corto lo que me estaba deteniendo y vuelvo a mi escape. Escalo la ventana, entro a mi habitación, la cierro con pestillo con mis manos temblando sin parar y al respirar aceleradamente, tomo el teléfono y llamo a la policía.
No me contestan en ninguno de los tonos y al sentir una respiración de la otra línea, pido ayuda desesperadamente esperando la respuesta.
—No lo creo, primero piensa en cerrar la puerta y después puedes pedir ayuda pequeño Liam —Me recuerda la voz gélida de María desde el teléfono que hay en la parte de abajo y sin darme tiempo de escapar, sube a mi piso y se planta en la puerta sosteniendo el arma ensangrentada.
—Tus últimas palabras, idiota ladronzuelo.
—¡No te daré la satisfacción de matarme! —exclamo con mi último aliento y me corto la garganta certeramente.
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Por: LVVB_03
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Relatos Cortos de Terror
रहस्य / थ्रिलरCaminaba por toda la habitación con el deseo innato, con las ganas abrumadoras de leerlo que carcomían lentamente su mente. Pero las consecuencias podrían ser fatales. ¿Y qué con eso? Alejó la duda de su ser, lo tomó entre sus manos, lo admiró, reco...