la pequeña Emma se había vuelto toda una adolescente y sus sentimientos habian cambiado brutalmente hacia su mejor amigo y compañero, pero la culpa y los recuerdos no le permitirán declarse a su amado.
Mis queridos lectores desde lo que vieron, ya pasaron varios meses en los cuales dos bandos han surgido mientras que una barriga seguía creciendo en su estado mas puro. Ray quería irse del mundo de lo demonios de una vez reafirmando la promesa hecha hace miles de años con el demonio de nombre desconocido. A su vez Norman ya había asesinado a toda la monarquía de demonios teniendo así muchas bajas y altas en esta historia y hoy veremos varios momentos importantes de estos 6 meses.
La nueva promesa
Ray se encontraba frente a frente con ese pequeño demonio que levitaba en los aires sin saber Ni siquiera que palabras podrían salir de su boca
—Entonces para romper el silencio, ¿Por qué estas aquí Ray?—
—Vine a rehacer la promesa— Dijo el muchacho mirando fijo al ser de un solo ojo— Quiero que todos los niño ganado que decidan por su cuenta ir al mundo humano lo tengan permitido, sin mas rivalidades con demonios, ni granjas o esclavitud—
—Que piensas ofrecerme a cambio? —
—Ofrezco mi vida a cambio— el muchacho hizo reverencia frente a este pero fue denegado—
—Aunque sea tentador no lo deseo aunque, realmente me gustaría tener de ofrenda a tus hermanos, pero son los mismos que me pides que libere— El monstruo coloco una de de sus manos junto a la otra y luego de unos segundos respondió— Ya se!—
este extraño ente saco de su manga una de las flores blancas que se utilizan para drenar la sangre de lo alimentos y comprobar si la comida es aprobada por dios o no.
—Que quieres que haga con esto?—Pregunto el joven para luego pensar un poco y mirar asustado al demonio y voltearse—
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—solo quiero que te la coloques, si esta florece cumpliré tu propuesta sin reproche y si no, el sacrificio serán tu amada y sus bebes o mejor dicho "tu bebe".—
El demonio coloco la flor en el hombro del pelinegro y este al escuchar tales palabras le pidió amablemente que se la colocara cosa que el ente hizo, clavándosela justo por las espalda y atravesando todo su interior y floreciendo en un brillante rojo—
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