A través de la ventana, Kaji pudo ver el inconfundible cabello miel de Nakayama.
Éste cruzaba la calle despreocupado, más al llegar al otro lado, se volteó al sentir la penetrante mirada oscura del contrario.
No obstante, no pudo divisar a quién lo miraba tan fijamente.
Akihiko apresuró el paso, intentando poder alcanzar a esos ojos almendras que sentía omniscientes.
Haruki entró al café y se sentó en una mesa al fondo, junto a unas plantas que lo ocultaban del resto de la gente.
Tomó su computadora de su bolso y la dejó en la mesa.
Al poco rato un camarero de cabellos claros se acercó a él, a pedir su orden.
Kaji paseó sus ojos por la calle, buscando al hombre que lo tenía pendiente de un hilo de curiosidad pura.
¿Dónde se había metido?
Pese a ello, todos tenemos un buen cerebro con mucha utilidad, incluido Akihiko Kaji.
Así que se dirigió a la cafetería, puesto que era el sitio más probable en el cual encontrar a un estudiante de universidad "haciendo tiempo" entre clases.
Y puede que Nakayama hubiera elegido ese sitio para mantenerse apartado y concentrado, pero gracias a nuestro buen amigo camarero, quedó a la vista su persona.
En especial a la vista de Kaji.
Y así es como ahora, un rubio toma asiento enfrente del otro dispuesto a disipar sus dudas respecto a la persona contraria.
- Tú. - su voz se acoplaba a la otra, en sintonía, porque es lo primero que pudieron decir al verse.
- Eh-
- ¿Cómo me encontraste? - Preguntó curioso.
- Ah, quería verte cuando terminara tu clase pero ya te habías ido, pero te vi venir hacia aquí. - Explicó el más alto.
- ¡Ah!. Siéntate. - Pidió sonriente Haruki, mientras hacía a un lado su laptop.
- Gracias. - Luego de tomar asiento enfrente del pelimiel, Akihiko volvió a hablar, puesto que la situación amenazaba en tornarse incómoda. - ¿Tu nombre era Nakayama, no?
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(CANCELADA) Necesito saber quién eres ~ Haruhiko (Given)
FanficKaji Akihiko no recuerda. No recuerda cuando empezó a odiar la música. No recuerda en qué momento dejó de amar el arte. No recuerda aún qué era lo que lo llevó a dónde está. Sin embargo, un día común y corriente ya no lo es cuando puede oír. Oír el...