XV

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¿Podrías dejar de tomarme fotos, Ni-Ki? Preguntó. Estoy tratando de concentrarme en la carta para Hoon.

¿Temes que capture tu fealdad? Tranquila, estoy aprendiendo a editar también. El chico sólo rió escapando del golpe de su amiga. ¿Ya has escrito algo?

Sí, dime que te parece. Hana se acomodó en su sitio y le empezó a leer lo que tenía. "Debo confesar que me gustas tanto, hasta el punto que mi pecho empieza a doler. Anhelo el día en que podamos charlar de nuestros sentimientos y que estos sean correspondidos".

¿Estás bien? Miró a su amiga. Esta es algo diferente a las demás.

Supongo que deseo sonar más seria y darle a entender que de verdad me gusta, Ni-Ki. Aunque no sé si vaya a funcionar del todo.

No pierdas las esperanzas Hannie, creo que la carta de esta vez es muy sincera y perfecta. Abrazó a su amiga reconfortándola. Si él no se da cuenta, ya habrá alguien que lo hará.

Tienes razón, ahora vamos a dejarle la carta. —Hana le pegó en la frente al japonés.

¿Por qué siempre debes pegarme? Se quejó frustrado. Sé que estás celosa de mi hermoso rostro pero no le hagas nada. Ambos rieron.

Por cierto. Comenzó ella. Estaré ausente unos días, debo regresar a Japón. Se acerca el cumpleaños de mi abuela y además quiero verla también.

No te preocupes linda, no me moriré porque no estés conmigo. Hana volteó los ojos divertida. ¿Me traerías taiyaki? Siempre que vuelvo a Japón debo comprar uno.

¿No puedes comprarlo aquí? Es más, me parece que en la cafetería de la escuela también venden algunos.

¡Hana~! Hizo un tierno puchero.

¡Está bien! Suspiró. ¡A veces te portas peor que un bebé!

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Letters for you | Park Sung HoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora