IX

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"Una mirada entre dos personas, cada una de las cuales espera que la otra comience una acción que ambas desean, y ninguna se anima."

MAMIHLAPINATAPI

Winter
16.02.21

Esta un buen clima este día, pero los japoneses parecían temerosos de salir. Las nubes apenas abarcaban el cielo azul, lugar en el que no habrían lágrimas caídas hasta entonces si no hasta el anochecer.

Sayaka miraba maravillada por la ventana de la limusina. Ella se cruzó de brazos y esperó a que se estacionaran. Yo estaba aburrida de ser la joven de la que todos tenían que preocuparse.

─Desperté de mal humor debido al cantar de los molestos pájaros. En esta ciudad siempre hay humedad.─Hizo un comentario al azar.

Comenzé a recordar que en Alemania siempre hace frío por las mañanas y por las noches, las lluvias constantes o la nieve que caía, yo nunca me queje del clima pues yo amaba el ver jugar a mis vecinos pequeños. Luego estaba mí ciudad, el lugar donde crecí.

─En Berlín era menos seguro, y Fráncfort del Meno me recibía con los cálidos rayos del sol que se colaban por mi ventana yo creía que eran caricias para mí alma.─Señalo con un gesto que ella debía abrir el camino pero no se movió.

─Los alemanes tienen fama de no ser románticos y tú cada vez que hablas con ese tonto tan ronco pareciera que lees un guión.─Se recargo en mí hombro y jugo con sus cabellos.

Cuando se apartó el pelo sus ojos quedaron a la vista, también su nariz pequeña salpicada de pecas y sus labios finos un poco resecos.

─No soy la alemana promedio, recuerda que también soy japonesa.─Bajamos despacio del auto y mí chofer cerro la puerta con cuidado.

Me muerdo el labio y me fijó en la zona del evento, queriendo involucrarme rápidamente con las posibles salidas ante una emergencia.

─Winter eres de esa clase de personas, por las cuales a las estrellas se les piden deseos.─Dejo escapar una risa traviesa.

No hay sinceridad en lo que dice; y destrucción son sus entrañas, un mar de agua salada corre en su garganta y con su lengua canta alabanzas. No juegues conmigo o juro Igarashi Sayaka que no mostrare piedad ante ti.

─Gracias por tus bellas palabras dulce adulador.─Levanté una ceja y sonreí picaramente.

─El tema de la noche es tradicional, Adeline nosotras no cumplimos los requisitos.─Era evidente que no jugaríamos el juego de disfraces.

Sayaka
16.02.21

Juntas bajamos por las escaleras, y sentí la incomodidad por ser el centro de atención, la piel se me erizo al ver unos ojos turquesa llenos de furia, le
guiñe en reconocimiento.

El salón de baile me sorprendió, todo estaba hermosamente decorado en tonos tradicionales, cada cosa estaba en su máximo explendor, figuras de madera y los grandes candelabros.

─Debemos agradecer al anfitrión.─Deshice nuestra unión con suavidad.

Observe su ropa con descaro, vestido de noche azul marino oscuro de tul con gasa, unos tacones altos , y está vez recojio su cabello en estilo princesa. Yo elegí usar un traje negro cruzado, unas zapatos oxford , y  até en una coleta alta el cabello.

─Disculpame Adelaine debo ajustar el cinto y envía mis agradecimientos.─Salí huyendo a un balcón visible.

Ella confundida asintió y se dirigió a la anciana que estaba hablando con ¿Kirari? o ¿Ririka?, negué de inmediato.

─Me obligaste, me obligaste de nuevo a retroceder y me tiraste, me tiraste como hoja de papel.─Tararie la canción hasta aburrirme.

─Buenas noches Sayaka, lamento interrumpir aunque en realidad no lo hago.─Un tono burlón me interrumpió.

─Buenas noches, ¿puedo unirme a la desgracia de odiar eventos llenos de hipocresía? Las películas de Hollywood siempre usan líneas tontas como esas.─Escarbe en las bolsas del sacó hasta encontrar un pequeño libro.

─La proxima vez la utilizaré, ¿un libro miniatura?, no soy quien para juzgar pero eso es algo extremo.─Arrugo su rostro pensativa.

─Te lo emprestare para que no se aburras, permiso.─Deje escapar un bostezo.

Varias personas reunidas en el centro del salón se encontraban bailando de forma muy animada mientras la música sonaba completando el ambiente.

Madre tenía razón, si ella nunca pudo ver el amor sincero que ofrecía, entonces no me merecía, por mucho dolor que sintiera yo no lo demostraría.

17.02.21
Ririka

Antier mí hermana parecía feliz de la vida, y ayer por la anoche regresó molesta, gritando sobre una traición descarada. Me encogí de hombros al pensar en un posible golpe contra nuestro mandato y este nos llevaría a la ruina, sin embargo, se trató de Igarashi Sayaka quien fraternizó con un supuesto enemigo. Le recorde que ella le dió la orden de hacer lo necesario para firmar un tratado, Kirari molesta creyó que era mejor cerrar la puerta en mí cara.

─Sayaka me contó que ella y Adelaine eran algo hace mucho tiempo pero ¿traicionar? justo ahora, es imposible.─Mezcló el té para asentuar las hiervas.

Bebí de mi taza y cuidadosamente mire un cuadro que madre había pintando. La representación del bien menor por el bien mayor. Una obra de arte retorcida ante los ojos de una persona promedio.

─Tenías razón, el destino es lo que nosotros creamos y si críamos cuervos arrancarán los ojos de nuestras cuencas.─Mordisquie una galleta de chispas de chocolate.

Suspiro cansada de todo, en especial de la presión por tener una nueva elección para elegir a un nuevo presidente estudiantil, pues los planes están en marcha. Tiré todo por la borda y cojí con manos temblorosas el libro que Sayaka me entregó ayer en la fiesta. Al terminar de leer los capítulos marcados una nota cayó.

<< Si Julieta de verdad amaba a Romeo, ¿por que no querría lo mejor para él?. Romeo debe ser felíz pero no le importa y se mata. Julieta hace lo mismo, creo que ambos son egoístas tanto que ni siquiera piensan en el resto, sólo en ellos mismos. >>

─Definitivamente acabas de coincidir con mi pensamiento, la obsesión es muy distinta a el amor.Kirari te ve como pieza de arte que en manos codiciosas es un peligro, Adelaine te ve como un astro que ama tener y yo... Es inaudito.─Miré mis manos rosadas por el frío.

Me levanté del sofá pero mi abuela me detuvo obligándome ha sentarme de nuevo, planeó su rodilla y deje caer mí cabeza en su regazo.

─La razón de ocultar tú rostro no es por ser debil si no todo lo contrario, siempre he sabido que eres más fuerte que Kirari y niña no dejes lo que vale la pena.─Lo dijo en un susurro y beso mí frente.

─Kirari, es su nota, y yo no voy a entregársela, al menos por el momento.─ Deje que trazara círculos.

...

Tan distraídas estaban aquellas dos, que no se habían dado cuenta, que en la penumbra, una figura familiar las observaba, al notar la escena cariñosa, lanzo una sonrisa siniestra.

&quot;Digamos Si O No Al Hubiera.&quot;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora