El armario debajo de las escaleras |The Cupboard Series 1|

Capítulo 9

Capítulo 9 ||

Hermione miró con los ojos muy abiertos mientras la escoba de Harry giraba salvajemente por el cielo, Harry obviamente solo sostenía la piel de sus dientes. Sintió que un grito crecía y se tapó la boca con una mano mientras con la otra agarraba su estómago. Estaba segura de que se enfermaría mucho antes de que el juego de Quidditch terminara a la mitad.

"¿Por qué la gente juega a este juego?" ella gimió.

"¿Estás loco? ¡Este es el mejor juego del mundo!" Ron replicó, dándose la vuelta para mirarla horrorizado desde el asiento de enfrente.

"Soy de origen muggle como tú, Hermione, pero estoy con Ron en este", dijo Dean. "¡Es increíble!"

Hermione se estremeció. El partido entre Gryffindor y Slytherin solo había durado poco más de diez minutos y ya parecía ser el juego más violento y peligroso que jamás había visto.

Catorce personas volando por el aire sobre pequeños trozos de madera, persiguiendo cuatro bolas, dos de las cuales fueron diseñadas mágicamente para buscar y herir a la mayor cantidad posible de personas, era una locura en lo que a ella respectaba. Y una vez que agrega que cuatro de esas personas, incluidos los impredecibles gemelos Weasley, tenían la tarea de ayudar a esas Bludgers de metal hacia los otros jugadores, era más de lo que podía soportar.

A regañadientes, tuvo que admitir que las habilidades de vuelo que estaba viendo de los seis Cazadores y los dos Guardianes eran increíbles. La forma en que parecían saber instintivamente dónde estaban el otro, al poder pasar la Quaffle sin siquiera mirar, la dejó boquiabierta más de una vez.

Harry, al menos, se había alegrado de ver que se había mantenido alejado del peligro. Al menos durante la primera parte del juego. Había volado más alto que nadie y había dado la vuelta al campo, fuera de peligro. Pero luego, se había sumergido en la parte más gruesa del fósforo, buscando una pequeña mancha dorada que ella ni siquiera había notado.

Fue entonces cuando el guardián de Slytherin, Marcus Flint, se abalanzó sobre él, causando que la pequeña escoba de Gryffindor girara fuera de control.

A su alrededor, los espectadores se volvían locos. No parecían sentirse de la misma manera que ella sobre el juego.

Todos se pusieron de pie en un instante, rugiendo ya sea por su apoyo, los Slytherin, o su desdén por la táctica, todos los demás. Incluso Lee Jordan, el comentarista del partido, estaba gritando insultos a Flint.

Si se salía con la suya, sacaría a Harry de la escoba y lo dejaría a salvo en suelo firme y no lo dejaría volar nunca más. Pero sabía que eso era simplemente su miedo a hablar de las alturas, algo que Harry obviamente no compartía, al menos, sin juzgar por la expresión de pura alegría en su rostro.

Ella suspiró aliviada una vez que Harry recuperó el control de su escoba y regresó a su lugar de vigilar el juego como un halcón. Solo para que su escoba comenzara a sacudirlo y a sacudirlo. 1

"¿Qué le pasa a la escoba de Harry?" Preguntó Seamus.

"No puede haber nada malo con su escoba", replicó Ron. "Es un Nibus Two Thousand nuevo. No habrá nada malo con esa escoba".

"Bueno, algo anda mal", dijo Hermione. "Parece que está tratando de deshacerse de él".

Observó, horrorizada, cómo Harry era sacudido de esta manera cada vez más alto por su escoba fuera de control. A su alrededor, el resto de los puestos de Gryffindor también se dieron cuenta rápidamente de que algo andaba mal con su Buscador. Los brazos estaban levantados y apuntados. Jadeos, gemidos y gritos de indignación y pánico se extendieron por la multitud.