El armario debajo de las escaleras |The Cupboard Series 1|

Capítulo 14

Capítulo 14 ||

La mesa redonda en el fondo de la biblioteca estaba llena de libros. Pero estos no eran libros ordinarios, eran Anuarios de Hogwarts. Cada uno estaba cubierto con un cuero negro aterciopelado, el escudo de Hogwarts centrado en el frente con el año grabado en oro debajo.

A Harry y Hermione les había tomado mucho tiempo antes de poder encontrar el primero de los siete que estaban buscando. Cada página tenía que ser estudiada con cuidado, ya que, si bien las leyendas y el texto ocupaban más de la mitad de cada libro, eran las fotos las que necesitaban más atención.

Las fotos mágicas se diferenciaban de sus contrapartes muggles en un aspecto principal: las fotos mágicas se movían como si de cinco a diez segundos se hubieran extraído de la esencia de quienes fueron fotografiados. Y, por supuesto, a veces, la persona que fue fotografiada salió de su imagen por completo.

Hermione fue la primera en encontrar lo que estaban buscando: una niña, tal vez en cuarto o quinto año con cabello rojo oscuro y llamativos ojos verdes que Hermione solo había visto en otra persona.

"¡Harry! ¿Es esta tu mamá?" ella respiró.

El anuario le fue arrebatado de las manos tan rápido que casi tiraron de Hermione sobre la mesa. Vio cómo los ojos de su amigo se iluminaban y él asintió vigorosamente.

"¡Sí, lo es! Esa es mi mamá. Se parece a la foto que me mostró Hagrid", respondió.

Vacilante, Harry extendió la mano y acarició con un dedo las mejillas de su madre, sus ojos brillando con las lágrimas que Hermione estaba segura que él se negaría a derramar. Después de parpadear furiosamente durante un par de minutos, comenzó a pasar las páginas, mirando fijamente cada foto que podía ver.

De repente, jadeó y puso el libro debajo de la nariz de Hermione.

"Hagrid también me mostró esta foto", dijo Harry señalando con entusiasmo a un grupo de cuatro chicos, abrazados alrededor de los hombros del otro mientras se reían de una broma olvidada hace mucho tiempo.

"Esto fue en el quinto año de mis padres," continuó Harry, sus ojos verdes brillando. "Hagrid dijo que se tomó justo después de un desayuno donde de alguna manera todas las túnicas de Slytherin se volvieron de un rosa horrible con diminutas serpientes negras deslizándose a su alrededor. Nadie descubrió cómo se hacía y aunque ninguno de los profesores pudo Pruébalo, toda la escuela sabía que mi papá y sus amigos lo habían hecho.

"Aparentemente le tomó al Profesor Slughorn, quien era el maestro de pociones y Jefe de la Casa Slytherin en ese entonces, toda la mañana para volver a poner todas las túnicas negras de nuevo. Hagrid dijo que mi papá y sus amigos siempre hacían bromas como esas. Por cierto que estaba hablando, creo que eran incluso más bromistas que Fred y George ".

"¿Cuáles eran sus nombres?" Preguntó Hermione.

"Sirius Black, Remus Lupin y Peter Pettigrew," respondió Harry, señalando a cada uno de ellos como fueron nombrados.

Hermione asintió, "entonces también buscaremos sus nombres."

Mientras revisaba los anuarios para encontrar los otros seis que correspondían al tiempo que los padres de Harry estaban en Hogwarts, le echó un vistazo a su amiga. Los ojos de Harry estaban fijos en el chico que parecía casi una copia al carbón un poco mayor de sí mismo: el mismo cabello negro desordenado, las mismas gafas redondas, la misma sonrisa traviesa. Solo el color de sus ojos era diferente: marrón para James y verde para Harry.

Las emociones cruzaban por su rostro más rápido de lo que ella podía identificar y trató de imaginar cómo debe ser no saber nada sobre tus propios padres. Con un movimiento de cabeza, admitió la derrota.