El armario debajo de las escaleras |The Cupboard Series 1|

Capítulo 18

Capítulo 18 ||

"Pasa las raíces gurdyroots, Nev," preguntó Harry.

Una pila de raíces de color amarillo verdoso se empujó a través del banco de trabajo con una mano, incluso mientras la otra continuaba removiendo la poción que tenía toda la atención de Neville.

Los dos eran los únicos en el pequeño laboratorio de pociones sin usar. Hermione se había ofrecido a acompañarlos para ayudar, pero ambos chicos estaban convencidos de que querían hacer esto por su cuenta. Con los exámenes acercándose más rápido de lo que ambos querían considerar y sabiendo que las pociones eran su materia más débil, tenían la intención de pasar todo el tiempo que pudieran trabajando en todas las pociones que ya habían hecho ese año. Sin ayuda. Sin Hermione y definitivamente sin Snape.

Habían estado allí durante horas y ya se estaban gestando lentamente. Y no tenían ninguna intención de irse excepto para las comidas y el toque de queda durante todo el fin de semana. Oliver había querido que Harry pasara la mayor parte del día en una escoba trabajando con el equipo de quidditch de Gryffindor, pero después de la exitosa victoria que el equipo había logrado contra Hufflepuff y su partido restante aún faltaban un par de semanas, Harry no tuvo problemas para decírselo a su capitán. 'no' solo por esta vez.

Sorprendentemente, ambos todavía estaban usando los calderos originales con los que habían comenzado el día. Normalmente Neville derretiría o incluso volaría su caldero cada dos lecciones.

"Creo que es porque Snape no está aquí", había dicho Neville cuando Harry mencionó este hecho. "Por lo general estoy tan aterrorizado de él, que siempre me equivoco en algo".

Harry simplemente asintió con la cabeza y se dio cuenta de que lo mismo era cierto para él también. Sin el murciélago de pelo grasiento rondando haciendo comentarios sarcásticos cada dos minutos, él también pudo concentrarse mucho más fácilmente. Cada una de las dos pociones que los chicos ya habían creado, aunque no eran del tono exacto que se suponía que debían ser, eran algunos de los mejores trabajos de pociones que jamás habían hecho.

"¿Cuál es el siguiente paso, Harry?" Preguntó Neville.

Harry hizo una pausa para mirar su libro de pociones, su cuchillo de plata flotando sobre los perfectos trozos de raíz en su tablero. " Revuelva continuamente en el sentido de las agujas del reloj durante tres minutos y luego agregue dos bazos de rana finamente cortados en cubitos, antes de revolver en el sentido contrario a las agujas del reloj durante siete minutos ".

Su intensa concentración se rompió unos minutos después, no por la apertura de la puerta, que nunca oyeron, sino por el sonido de una mueca que venía justo detrás de ellos.

"¿Qué piensan ustedes dos idiotas que están haciendo?"

Harry se sacudió, casi cortándose con el cuchillo que aún sostenía. Se giró para encontrar al profesor Snape acercándose demasiado para su comodidad, mirándolos desde detrás de su larga nariz.

"Practicando nuestras pociones, señor", dijo.

"¿Y quién te dio permiso para estar aquí?" Preguntó el profesor Snape.

"Um, profesora McGonagall, señor", respondió Harry.

"La profesora McGonagall se contentó con permitir que los dos peores estudiantes de pociones de la escuela tuvieran acceso sin supervisión a este laboratorio de pociones, ¿verdad?" se burló.

"Sí, señor," tragó Harry. "Solo estamos practicando todas las pociones que ya nos ha enseñado, señor, no probamos nada nuevo."

Snape resopló con clara burla mientras lentamente rodeaba el banco de trabajo solo para mirar fijamente los cuatro viales en el escritorio del profesor.