Mi linda Penny ~ Talenny

Capítulo 21: Tentación

Era otro día en Ciudad Metro. Todo parecía estar muy tranquilo, los agentes trabajaban y no había problemas.

O al menos, eso era lo que Penny creía.

Ella se encontraba entrenando en la sala de proyecciones holográficas, esta vez sin Talon, ya que él estaba en el laboratorio del profesor ayudándole con unos aparatos.

–Amigo, ¿tú qué crees que pasaría si el CG no estuviera a cargo de Penny y de mi? Digo ¿Crees que seguiría todo igual? –dijo Talon al profesor mientras ambos reparaban un invento.

–Bueno, nunca me puse a pensar en eso. Supongo que lo preguntas por lo de Quimby–contestó– Yo creo que si llegaran a quitarle el puesto a Penny, lo cual, me parece imposible, regresaría el jefe Quimby al cargo temporalmente, a menos de que consiga a un nuevo sucesor...Además...

–Sí, entiendo perfectamente–interrumpió Talon– Lo que no me cabe en la cabeza es ver al CG de la misma manera, quiero decir, si entra alguien más todo sería diferente ¿no? Despedirían a muchas personas, más de las que se fueron durante la crisis. Incluso a ti te podrían despedir.

–Sí, pero eso no pasará, Penny y tú son un gran equipo, nunca permitirán que eso suceda ¿cierto?

–Claro–dijo el chico bajando la mirada

Talon no podía quitarse de la mente ese estúpido plan. Sabía que él y Mal al fin conseguirían lo que tanto anhelaban, pero había algo que no le gustaba.

Él no quería perder a su nuevo amigo. No quería perder a su novia.
No quería arrebatarles todo.

Pasaron las horas, y el día estaba finalizando. Ambos agentes del cuartel se encontraron en el pasillo para regresar juntos a sus hogares.

–¿Qué tal tu día, amorcito? –dijo Penny muy sonriente

Él le devolvió la sonrisa, pero algo fingida, debido a lo que aún pasaba por su mente.

–Todo tranquilo, preciosa–contestó– Veo que tu también estuviste ocupada hoy, al menos te veo feliz.

–Hay que ser optimistas ¿no? –contestó– Siento que de aquí en adelante todo mejorará, tengo un presentimiento de que Quimby cambiará de opinión

–¿Tú crees?

–¡Claro!

Luego Penny tomó el brazo de Talon y caminó hacia la entrada junto a él.

Cuando ya estuvieron en la motocicleta, Penny agarró la cintura del chico. Pero al mirarlo más de cerca, lo notó algo extraño.

–¿Te pasa algo, cariño?

Él volteó un poco la mirada hacia ella.

–No pasa nada, solo estoy abrumado con todo esto de Quimby, además, hoy tuve muchas cosas qué hacer.

–Necesitas relajarte un poco –dijo ella

Inmediatamente, la rubia soltó la cintura del chico y comenzó a realizar masajes suaves en los hombros de su novio. A él realmente le estaba tranquilizando.

–Así te sentirás mucho mejor–mencionó Penny

Él se volteó hacia su novia.

–Gracias, tú siempre sabes como hacerme sentir mejor.

Luego el dejó un suave beso en la frente de la chica, mientras posó su mano en las mejillas de ella.

–En serio amo a esta chica–pensaba Talon– No puedo dejarla ir, ella me conoce mejor que nadie. Esto tiene que terminar aquí y ahora, no permitiré que le pase nada.