Capítulo 7: Alianza

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Pasaron varias semanas. El cuartel general iba de mal en peor. La crisis se estaba haciendo notar en todos los rincones de la agencia, preocupando a muchos.

Diferentes agentes habían optado por dejar el CG, empeorando más las cosas.

–Voy a tener que tomar medidas más drásticas –decía Quimby muy nervioso en su oficina.

Sin pensarlo, tomó el teléfono e inició una muy peculiar conversación.

–Muy bien–dijo finalizando la llamada– Nos vemos en mi oficina a las 4 de la tarde.

El jefe colgó el teléfono y se recostó en su silla.

De repente, el profesor Von Slickstein apareció en la entrada.

–Jefe Quimby, tenemos más noticias malas...–dijo sorprendido y a la vez triste.

–A ver, profesor tranquilícese –contestó– Dígame que esta pasando

–La señora de la cafetería– dijo respirando rápido –quiere renunciar...

Él se mostraba desesperado.

–¿Solo es eso? , no se preocupe –dijo calmándolo– No pasa nada, buscaremos un reemplazo para ella.

–¡Es que usted no lo entiende! –dijo más nervioso– Ella hacía los mejores almuerzos que pueden existir, no hay comida igual a esa.

El profesor respiraba muy desesperado. En ese mismo instante, alguien entró bruscamente a la oficina.

–¡Jefe! No va a creer lo que está pasando en la sala de entrenamientos– dijo Kayla mostrando una imagen de su celular

–No es posible... –contestó mientras miraba.

En la foto se podía observar como los hologramas se distorcionaban y se mezclaban con otros escenarios.

–¡No podemos entrenar así! –dijo ella molesta

–¡Basta de tanto alboroto! –gritó el jefe ya muy exhausto– Esta misma tarde solucionaremos todo. Necesito que salgan de mi oficina ya mismo... Daré la orden de que se suspendan temporalmente los entrenamientos. Y buscaré como arreglar todo esto.

Dicho esto, despachó a ambos de su espacio de trabajo.

...

Kayla y el Profesor se observaron por unos segundos, luego bajaron la mirada.

–Supongo que esta tarde no podré entrenar–mencionó Kayla

–¡Y yo no podré comer las deliciosas donas que iban a servir en la cafetería! –dijo algo triste

Ambos se sentaron en el corredor, estaban muy pensativos.

–Oye Kay, ¿qué piensas hacer si no vas a entrenar hoy?

–La verdad, no tengo idea. Me gustaría ir a comer algo, pero pues...Ya sabes

–¿Qué tal si vamos a comer algo fuera del cuartel?

–¿Nosotros? –preguntó Kayla– O sea, ¿tu y yo? –algo nerviosa

–Pues sí...digo, si tú quieres. No tengo nada importante hoy, también han reducido costos en el laboratorio, por lo que mi trabajo es menos pesado....–rascándose la nuca

–Ok, ¡vamos! Voy a ir a alistarme y regreso, no tardo–dijo emocionada mostrando una sonrisa tierna.

Él le devolvió la sonrisa y se quedó a esperarla.

Mi linda Penny ~ TalennyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora