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Era hora del almuerzo, todos comían animadamente, conversando, todos excepto una castaña que no tenía mucho apetito, así que salió un rato a dar una vuelta; sin darse cuenta que cinco personas salían también pero cada quien con rumbos distintos.

🍃En el lago🍃

Al llegar al lago se recostó en un árbol pensando en todo lo que sucedía, en cómo veía que Draco, era su amigo pero ella estaba enamorada de él aunque él Solo la trataba como una amiga e incluso como hermana, pero ella quería que él lo viese de otra forma que no sea esa. Estaba tan concentrada que no se dio cuenta de la presencia de un chico de ojos verdes grises
-¿¿en qué estás pensando??- dijo el chico

-Nada que te importe- dijo ella- que haces aquí Black

-Vas a seguir pensando en el hurón- dijo Leandro

-Cállate Leandro- dijo Pansy- yo estoy enamorada de él y no pienso negarlo, sé que tú también estas enamorada de alguien más y no lo niegues

-Yo estoy enamorado- dijo mirando él- pero de ti

-Eso no tiene sentido, ¡¡yo amo a Draco!!

-¡¡Pero él no te quiere!!- dijo Leandro

-¡¡¡Y yo tampoco te quiero!!!- le dijo ella en el mismo tono

-Eso lo se Parkinson- dijo él en voz baja- pero sabes, hoy vi en ti, vi un brillo en tus ojos

-¿¿Qué quieres decir??- preguntó el

-Te conozco desde siempre, y nunca vi ese brillo especial en tus ojos cuando se presentó nuestra hija- dijo mirándolo directamente a los ojos – porque no lo olvidas ya

-A que tratas de llegar Black- dijo ella

-Solo intentemos estar juntos- dijo él mientras tomaba su mano- solo dame una oportunidad

-Está bien...- dijo ella- lo intentare- él la atrajo en sus brazos y la abrazo

-No te arrepentirás- dijo Leandro- llámame Leandro

-Y tu Pansy- dijo ella
Ambos se despidieron y regresaron al comedor con rumbos distintos, pero ambos con una sonrisa. Sin ser conscientes que con esa charla ocurrió algo muy singular en el gran comedor.
En la sala común de Gryffindor

Se encontraba una pelirroja sentada mirando la chimenea, estaba pensando en lo que pasara en el futuro, ya que ella sabía lo que había pasado solo que no podía decirlo y tenía que ocultarlo hasta que se presentara la cuarta generación.

Estaba tan sumergida en sus pensamientos que no se percató que un azabache entraba por la sala común con un bebé en brazos, estaba buscando a su esposa hasta que la encontró en la sala común. Ellos estaban sentados frente a frente, Cada uno estaba en sus pensamientos, cuando ambos soltaron un suspiro sincronizado, y levantaron la vista y se vieron. Ninguno sabía que decir.

-Como estas Esme, te noto preocupada- dijo Harry

-No es nada Harry, es solo que estoy algo preocupada- dijo mientras se tocaba su vientre- como está ella

-Está bien- dijo Harry mirando a la bebé- está comiendo bien pero ahora quiere a su madre

-Dámela- dijo tomando a la bebé en brazos mientras la masía para que se durmiera- está cansada

-Se nota- Harry se acercó a ella y la abrazo por la cintura – deberías dormir, te noto algo cansada y además de que no es bueno para el bebé que estés, esforzándote

-Lose pero quiero ver a is hijos- dijo ella haciendo un puchero- además no estoy haciendo ningún esfuerzo

-No importa, igual tienes que descansar- dijo abrazando a su esposa

La traición es el inicio de la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora