Capítulo 2

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Sigo mi camino hacia el baño, estoy un poco preocupada por el sueño, no sé de dónde mis pies se mancharon de tierra, los sueños raros eran recurrentes, todos diferentes pero este me incómodo un poco más, esa señora era muy parecida a mí.

Enciendo la ducha y entro en ella, empiezo a enjabonar mi cuerpo y lo disfruto bastante, masajeo mi cuero cabelludo y enjuagó mis pies con cuidado, no tienen nada lastimado y hasta que sacó la tierra de entre mis dedos no salgo de la ducha.

Cuando salgo del baño ya vestida mi madre sigue dormida y con baba cayendo en su mejilla.

— Mamá, mamá, mamá, ¡Carolina! —la zarandeo un poco hasta aumentar mi fuerza.

— Mocosa mal educada, deja de gritar. —se tapó con una almohada como una niña.

— Quiero comer, anda vamos y por cierto me educaste tú. —puse mi cara más tierna mientras le quitaba la almohada de la cara.

— Cierto, que tonta, espera a que me bañé por qué huelo a vaca apestosa. —dijo apenas levantándose.

— Ya me di cuenta. —dije con gracia tapándome la nariz exagerando mucho.

— Estos niños de ahora no respetan a los más grandes. —se marchó murmurando entre dientes.

Amo a mi madre, es mi todo ambas daríamos todo por la otra, hemos sido ella y yo contra el mundo, bueno, más que mi amigo Sebastián y su familia, ambas somos conscientes del mundo sobrenatural, mis poderes claramente no son humanos y gracias a la familia de Sebastián aprendí a controlar mis poderes y del mundo de dónde vengo, ellos son cazadores y al contrario de lo que se piensa hay dos bandos de cazadores, los buenos, que buscan justicia de verdad y los que no son tan buenos, ellos matan sin piedad y sin remordimiento a los sobrenaturales, la familia Taylor es como nuestra segunda familia, ellos tienes el lema de "Valor y Justicia" sobre todo, por eso me ayudaron cuando mis poderes se salieron de control hace años, justamente cuando hice levitar a su hijo en su patio trasero.

En ese momento mamá salió del baño con una gran nube de vapor caliente.

—Rayos mamá parece que pelaste pollos adentro. —dije frunciendo la cara.

—Exagerada, anda vamos que se me abrió el apetito con el baño. —volteo los ojos mientras lo decía.

Salimos riendo del cuarto en dirección al restaurante de anoche y como la última vez somos las únicas, nos sentamos junto la ventana y en seguida apareció una chica a atendernos.

— Buenos días que van a pedir hoy. —dijo la mesera con una sonrisa amable.

— Unos huevos con jamón y tocino con pan tostado y café. —respondió mamá.

— Lo mismo, pero sin el pan tostado. —dije está vez yo.

— En seguida vuelvo con sus órdenes. — nos sonrió una última vez y se marchó a la cocina.

— Quería comentarte un sueño bastante raro que tuve. —dije con una mueca.

—Dime. —está vez me puso verdadera atención.

— Soñé con una señora muy parecida a mí, me asustó un poco, estaba cantando una canción un poco conocida para mí, sé que la escuché en algún lugar, pero no sé en cuál. —

— Y ¿te decía algo? —dijo con genuina curiosidad.

— Una advertencia, pero la verdad es que se perdió en mi memoria. —mi sueño es borroso ahora.

— Bueno sabes que a veces tienes sueños de ese tipo, no te preocupes cariño. — durante un tiempo tuve sueños muy raros y ella era la que dormía conmigo cuando despertaba agitada.

Sombras EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora