Nota ...
Cariye: Eran las mujeres que servían dentro del harem
Capítulo 17 ...
Aposentos:
¿Qué sentiste al ver a Candice? Preguntó Aysel con una voz quebrada
¿A qué viene esa pregunta?
Enver, tengo miedo a que aún sientas algo por ella ... no quiero perderte.
Descuida eso no va a pasar, sabias que te estas adueñando mi corazón.
Lo dices para que no me sientas frustrada, a veces pienso que sientes amor por ella. Susurro Aysel bajando la mirada
Candice no es nada en mi vida, lo único que siento por ella es odio y resentimiento. Dijo Albert tomando la mano de Aysel
Si Candice no es nada en tu vida, no deberías sentir nada por ella ... ni odio, ni resentimiento.
Déjame explicarte, Aysel. Hace unos meses descubrí que posiblemente Candice entrego mi sello al duque de Grandchester ... ella, Terrence y su padre estaban realizando el complot.
Pero no hay sentido, Candice iba ser tu reina ... ¿Por qué hubiera permitido que tú fueras ejecutado?
Según el guardia que interrogue, el vio cuando Candice entro a mi habitación con una carta entre sus manos.
¿Crees que ella haya sellado la carta para más luego entregarlo a mi padre?
Sí, ella sabía que su madre estaría excluida de la corte ... y ahora la duquesa Sofía es una influyente dentro de la corte.
Dudo eso de Candice.
Si lo hizo, porque crees que se casó con Terrence en menos de un mes de mi supuesta muerte, si tanto me amaba como decía ... hubiera tenido la delicadeza de guardar luto por dos meses más. Dijo Albert con una sonrisa de descontento
Enver, no vale mencionarla ... es mejor evitar un descontento por alguien que no significa nada en nuestra vida.
Lo siento, no quería desfogarme de esa forma contigo ... Dijo Albert besando la frente de Aysel
No te preocupes, ya todo paso ... Susurro Aysel con una sonrisa
Agradezco tu comprensión.
Y yo agradezco el amor que cada día me compartes.
Aposento real:
¿Qué vestido utilizaras? Preguntó Terry parado frente a la bella rubia
Un vestido que me trae recuerdos muy lindos. Dijo Candy con sarcasmo
Te prohíbo que utilices el vestido de la difunta sultana Handan ... hablo serio.
Ja ja ja ... no puedes prohibirme nada, recuerda que nuestro matrimonio es una farsa, déjame en paz por este día.